domingo, 22 de diciembre de 2013

LA FERIA QUE MATA AFICION (RESUMEN DE LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS 2013) - ESCRIBE JAIME DE RIVERO

Escribe: Jaime de Rivero 

La recién concluida Feria del Señor de los Milagros ha sido la peor de los últimos 30 años, no sólo por la falta de ganado adecuado y el pobre resultado artístico, que también se han verificado en otras ediciones, sino por la profunda decepción causada a la afición, y particularmente, al abonado. La protesta, aún insuficiente, se ha expresado a través de varios medios con un mensaje muy claro: el aficionado no quiere abonarse para no ser timado nuevamente. En síntesis, una feria que mata afición.

No he incluido a la Beneficencia en el breviario porque no recuerdo que se haya hecho anteriormente. Ahora han echado mano de ella para endilgarle responsabilidad, pero no cooperaré en el despropósito. La propietaria establece las condiciones de arriendo y la empresa las acepta y se obliga voluntariamente a ellas. En ningún negocio cabe reclamo a posteriori, menos por algo que fue convalidado previamente al firmar el contrato.

La empresa:

He explicado su lamentable desempeño en mi artículo anterior La Ruina de Acho (ver:  http://eltaurinodigital.blogspot.com/2013/12/la-ruina-de-acho-escribe-jaime-de-rivero.html), el que ha logrado su propósito: generar corriente de opinión  y promover la unión de los aficionados para rescatar su feria y hacer respetar sus derechos.

La primera semana de diciembre, el empresario ecuatoriano Marco Galindo suspendió la última corrida de la Feria de Quito, que provisionalmente se celebraba en una portátil instalada en El Tambillo, en la que actuarían Daniel Luque, Diego Silveti y Antonio Nazaré, porque la poca asistencia en los festejos previos hacía prever un mal resultado. Galindo actuó correctamente al suspender la corrida sin engañar al público, cuando hubiese podido reemplazar a la terna con tres desconocidos para reducir costos y obtener la ganancia a como dé lugar.  En Lima fallaron los toros, pero no se actuó de la misma manera.

Tampoco se puede aceptar aquello de que peor hubiese sido no tener feria, como si -resignados- tuviesemos que agradecer cualquier cosa sin quejarnos. Con esta justificación -o la de callar para no favorecer a los antitaurinos- se pueden cometer los mayores atropellos. Contra ello me ratifico: que no haya feria.  Si no hay toros, no se deben celebrar corridas de toros. Y si es el caso, tampoco feria. La única forma de convocar y retener a los aficionados -de hacer afición-, es cuidando la integridad del rito.  Mayor daño siempre ocasiona un espectáculo degradado que defrauda a los consumidores, porque éstos se hartan y no vuelven más. Y esa ha sido la razón del deterioro de la feria, proceso que se remonta a décadas atrás, pero que en los últimos años ha alcanzado ribetes inaceptables bajo todo punto de vista.

La autoridad:

Como es habitual, no cumplió con el reglamento y aprobó toda clase de animales, varios novillos y la mayoría indignos de una plaza de primera categoría. En los dos últimos festejos autorizó la lidia de cinco hierros sin ser concurso de ganaderías, violando el texto expreso de la ley.  Quién se anime puede denunciar estos hechos en el fuero penal.

El problema de la autoridad de Acho es que está en manos de un municipio muy pobre que a duras penas sobrevive y al que las corridas de toros sirven para mitigar en algo la crisis perpetua que lo agobia.  La inmundicia de sus calles y edificios afianzan lo dicho.  En ese contexto, rechazar un encierro significaría suspender la corrida y, con ello, no recibir el impuesto municipal que puede superar los US$ 100,000 en una tarde.  Si a ello se le agrega la presión de la empresa que es la parte más poderosa, es fácil deducir el porqué de su inconducta.

El ganado:
Penoso y lamentable en cuanto al trapio, como he detallado en el artículo la Ruina de Acho. En cuanto al juego, primó la mansedumbre en todos sus matices y la mayoría fueron descastados. También hubo toros de origen desconocido como los de Veracruz y uno anunciado como de Juan Bernardo Caicedo pero que llevaba un hierro distinto.

El impresentable tiene peor trapio que los escurridos cabestros

La diferencia con un toro es innegable.
Los toreros:
Enrique Ponce ratificó, una vez más en Acho, en su plaza, que es un lidiador excepcional. El primero era complicado y lo sometió impecablemente. El segundo era un imposible que él habilitó. No refrendó la buena obra con el estoque y perdió el trofeo. Fue una faena para toreros por la meticulosa tarea de transformar al animal; un buen aficionado le hubiese premiado con las dos orejas a pesar del pinchazo. Sin embargo, la faena no hizo vibrar de emoción a los tendidos por la pobre transmisión del adversario, que no llegó a entregarse del todo. En el juicio del público común, se le hubiese premiado con la única oreja que ofrecía este astado.

No hubo nada que reprochar a El Juli con ese lote infumable. El segundo de Veracruz había visto capotes antes de la corrida porque frenaba en el embroque para ir al bulto claramente avisado, tal como suelen hacer las reses toreadas. Hizo muy bien en despacharlo, cualquiera le hubiese pegado un bajonazo indecente para sacárselo de encima.

El tiempo va poniendo a cada quién en su dimensión, por encima de la morbosa publicidad. Juan José Padilla cortó dos orejas por la benevolencia del Juez y la condescendencia del público feriante que ha invadido la plaza. No redondeó faena y, además, se le fue el mejor toro de la temporada.

Pablo Hermoso de Mendoza tuvo la actuación más regular, montando a los mejores caballos de su cuadra. Llevó público a la plaza, pero hay que dosificar sus presentaciones en el ciclo.

Iván Fandiño enfrentó a un lote parejo, complicado pero lidiable. Ambos tuvieron mucha movilidad y transmisión, pero el diestro no fue capaz de imponerse. Estuvo mejor con el primero y fue superado largamente por el segundo.

Antonio Ferrera estuvo apático en el ruedo y ni siquiera brilló en el segundo tercio. Acusó un supuesto malestar que lo llevó a la enfermería, divulgándose que no había dormido en tres días. Sin embargo, concluida la corrida parrandeó en el hotel hasta las once de la noche, luego pasó a la casa de un torero peruano que celebraba el cierre de temporada y más allá de la una de la madrugada se movilizó a la discoteca Tequila Rock, en donde no sólo se baila de todo. Se especula que Ferrera pudo tener algún desencuentro en Lima que determinó esa actitud, pues la justificación que circuló no coincidió con la realidad.

Juan del Alamo brindó una buena faena pero aún tiene mucho por recorrer.
A Alfonso de Lima se le vio más solvente y estuvo acertado en la dirección de lidia durante el tercio de varas. (ver: http://eltaurinodigital.blogspot.com/2013/11/la-buena-lidia-de-alfonso-de-lima-en-el.html).

Talavante, Perera y Luque no tuvieron oponentes a su nivel, pero se lucieron en lo poco que pudieron hacer.  

Javier Castaño, David Mora y El Fandi no dejaron mucho para el recuerdo.

La visita del artista Humberto Parra, la difusión de su obra en los programas de mano y su participación en conferencias y evento elevaron la categoría de la feria


El Público:
Es el principal responsable de la debacle de la feria. Con su pasividad y resignación ha avalado todos los atropellos que en su contra han ejecutado la empresa y la autoridad. En vez de dar batalla, armando broncas descomunales o dando la espalda al ruedo, traga todo y no sigue a las porras del 12 y 15, que muy poco se escucharon durante la temporada. Un subalterno español comentaba que por menos, en cualquier plaza española se armaba un follón.

Quizá, su impavidez refleje el alejamiento del auténtico aficionado, a causa de los precios y la baja calidad del espectáculo. Parece que el nuevo público no distingue al toro del novillo, ni sabe que existe el canal 518.

El público es el componente más fuerte de la fiesta porque es mayoría. Es la fuerza más poderosa, la que premia a los toreros y la que paga el sueldo a todos.  Su problema es que no está unido para hacer valer sus derechos. Mientras que los toreros forman el G-10 para hacer cartel en plena crisis y no reducir sus emolumentos, los aficionados permanecen dispersos y desorientados.

La feria sólo será salvada por los aficionados, esta es la lección principal que deja el ciclo morado. Es urgente que ellos se agrupen sin influencia de periodistas ni empresarios, pues sus intereses no coinciden necesariamente y muchas veces se contraponen. Es su feria y deben acudir a rescatarla. Es momento de organizarse para tomar acción, presionar a la Beneficencia y exigir un plan de desarrollo para Acho que incluya una reducción drástica del precio de las entradas, siguiendo la línea del Gobierno Español, que la semana pasada presentó 46 medidas para promover la fiesta.

Si los que son mayoría no se articulan orgánicamente, no podrán consolidar el poder que tienen y que se necesita detonar para restablecer la categoría de la feria, que está en riesgo de perderse indefectiblemente.    
Los premios desiertos:

Fue el mayor acierto de la feria. Entregarlos hubiese convalidado el fraude contra el aficionado. La faena de Enrique Ponce fue la mejor por las pobres condiciones del astado, pero no llegó al público con suficiente intensidad y la espada jugó en contra.  Entregarlo a Padilla hubiese sido un error, porque le regalaron la segunda oreja tras una actuación pueblerina y, sobre todo, no aprovechó a cabalidad al mejor toro de la feria, uno de triunfo grande.

Antes de la última corrida, en los mentideros taurinos se rumoreaba de un arreglo para que el Escapulario de Oro por fin vaya a manos de Fandiño, que como se sabe es el torero preferido, engreído y amigo de la empresa. Pero como no pudo triunfar, se tenía como opción a Padilla.  Ello concuerda con los resultados de la votación secreta del Consejo Taurino que gracias al alcalde Enrique Peramás está conformado  mayoritariamente por abonados elegidos por sorteo –lo único bueno que ha hecho por la feria. Sorpresivamente, Padilla obtuvo cuatro votos que habrían sido emitidos por la autoridad y tres regidores, es decir, la propia autoridad (que durante la feria apoyó a la empresa) habría votado en bloque a favor de Padilla. Se supo que los aficionados votaron desierto, salvo uno que lo hizo por Enrique Ponce, tal como comentaron entre ellos antes y después de sufragar. 

Al parecer, estuvieron cerca de su cometido, pero felizmente, quién voto por Ponce logró desanimar a dos que dudaban en premiar al pirata.  La solera que le queda a la plaza se los agradece profundamente.

Luis Francisco Esplá estuvo en Lima para conferenciar.
Un buen aporte pero se quiso cobrar como en Acho

El futuro de la feria:
En un artículo anterior he mencionado la necesidad de suspender la absurda licitación en trámite, para replantear la visión que se quiere para Acho y su feria, proponiendo entregar el control y supervisión de la misma a los propios aficionados. (ver http://eltaurinodigital.blogspot.com/2013/12/aplausos-acho-se-queda-sin-postores-1.html).

La propuesta de retomar el proyecto del Patronato de Acho es buena pero hay que ser realistas, la Beneficencia no va a entregar la propiedad de la plaza a un tercero. Además, si no funcionó hace treinta años, o diez en el último intento, nada indica que ahora logre resultado. El problema no sólo es la recuperación del monumento, la organización de la feria es tan importante como aquello. 

En esa línea y rescatando el espíritu del patronato, un grupo de aficionados impolutos, libre de influencias empresariales, ganaderas y periodísticas, debería asumir el destino de la feria.  Podría ser a través de una alianza de asesoría exclusiva a largo plazo, por la cual, la Beneficencia cedería contractualmente el control del serial limeño, algo similar a lo que ocurre en algunas plazas españolas como la de Bilbao. Los aficionados intervendrían en varios aspectos, desde la redacción de las bases de la licitación hasta la supervisión de la empresa durante la feria, así como en aspectos culturales, pudiendo incluso asignársele la decisión final sobre el ganado a lidiarse entre las alternativas que se presenten.(ver: http://eltaurinodigital.blogspot.com/2011/12/propuestas-para-la-licitacion-de-acho.html).

El modelo de licitación debe ser modificado para orientarlo a la calidad, premiando al que más y mejores corridas ofrezca y con entradas a menor precio. En este aspecto, la gestión empresarial podría tener una utilidad controlada -como ocurre en otras actividades comerciales-, a fin de mantener una escala de precios accesible que asegure la supervivencia de la afición. Estos son asuntos que los aficionados unidos deberían debatir e impulsar de ser convenientes.

jueves, 12 de diciembre de 2013

LA RUINA DE ACHO -- ESCRIBE JAIME DE RIVERO

LA RUINA DE ACHO
La desastrosa edición 2013 pone en riesgo la subsistencia de la Feria del Señor de los Milagros y el futuro de la plaza de Acho

Por Jaime de Rivero

La pésima feria que acaba de concluir, deja a la plaza de Acho en la mayor incertidumbre sobre lo que vendrá en adelante. Salvo la última tarde, todas fueron  un fracaso rotundo como consecuencia directa de la muy mala gestión empresarial, que no cumplió lo ofrecido alimentando el rechazo general del aficionado que, impotente, vio esfumarse su dinero cada tarde.

Se ofrecieron toros y por el contrario, -en gran mayoría- se lidiaron animales impresentables sin la edad, el peso, el trapio ni las condiciones reglamentarias que la solera de la plaza merece. Además, hubo toros afeitados, corraleados y con hierros burdamente remarcados, entre otras violaciones flagrantes al reglamento. Como guinda al pastel, campeó la mansedumbre descastada que terminó de fulminar cualquier expectativa.  La afición quedó  profunda y peligrosamente decepcionada, pues muchos -incluso los de hueso colorado- dudan en abonarse y regresar el próximo año.
Ganado impresentable para una plaza de primera categoría

El público ya no cree en la empresa, pero lo más dramático: los verdaderos aficionados están perdiendo devoción por la feria. Y es que no se puede ser cómplice de un fraude sistemático, tal como fue anunciado por el ex Canciller del Perú, el Dr. Fernando de Trazegnies,  quién publicó un ejemplar artículo en la página de opinión de El Comercio, dando cuenta de las tropelías que se cometían en el aspecto ganadero.  

Pero el malestar no es reciente. Se ha venido incubando en los últimos años de gestión de la familia Villafuerte que organiza la feria desde el 2007. Recordemos la muy mal presentada corrida de Roberto Puga del año pasado,  la inexplicable contratación de Iván Fandiño a tres tardes, el reemplazo de figuras con diestros de menor jerarquía, la lidia de hierros inexistentes como Patrón Santiago y otras tanta irregularidades, en permanente reincidencia. La reducción de asistentes registrada progresivamente en los últimos cuatro años, prueba plenamente todo lo dicho y evidencia una severa crisis de afición que ha tenido su punto de quiebre en esta feria, la peor de los últimos 40 años.

Cierto es que hace muchos años que se marcha a la deriva por falta de institucionalidad. La empresa organiza la feria desde la prepotencia, pues no tiene quien la controle. A la Beneficencia no le interesa nada más allá de recibir un cheque, mientras que la autoridad municipal hace décadas que no cumple su función y, además, es corruptible a centavos. En esta anarquía, la empresa gobierna todopoderosa y tiene carta blanca para cometer toda clase de atropellos que este año alcanzaron niveles inaceptables, principalmente, en la cuarta corrida en la que sin previo aviso, se prescindió de la ganadería anunciada en el abono, para colocar toros de cinco ganaderías distintas, incluyendo algunos ejemplares que aún no se conoce su real procedencia.

Aquí no hay excusas valederas. Ni la Beneficencia, ni la licitación retrasada, ni la autoridad ausente son justificantes del bochornoso espectáculo y del timo sistemático al público aficionado, por más salvavidas que sus leales allegados intenten lanzar. La empresa es responsable única y excluyente de todo lo que ocurre en el ruedo; ella es la que contrata a los toreros, compra el ganado, cobra una fortuna por las entradas y, sobre todo y todos: gana dinero y se enriquece cada año. Relevarla de su responsabilidad natural, o desviar la atención, es pura complicidad y encubrimiento.

5 ganaderías, 4 no anunciadas y 2 inciertas. La autoridad en Acho siempre ha estado a merced
del poder. Por eso, utilizarla de "cabeza de turco" para echarle la culpa
es ENCUBRIMIENTO y COMPLICIDAD con el que lucra. 

Además, los problemas organizativos son irrelevantes para el consumidor que a cambio de su dinero espera que la empresa le entregue lo que le ofreció. Si no se tiene toros, no puede ofrecer corridas de toros. Así de duro y trágico. Si no está en condiciones de honrar el contrato, no debe tomar la plaza; o si sólo puede dar festivales, tiene que anunciarlo y así tratarlo. Pero trasladar los costos de su ineficiencia al aficionado, darle gato por liebre  y enriquecerse a costa de ello, es algo que nadie está dispuesto a tolerar. Y esa es la razón de la rabia que la gran mayoría hoy siente y la razón por la que se piensa en no volver más.

El público está harto del engaño, como muestra los numerosísimo comentarios que inundaron las redes sociales estas semanas. In extremis de la indignación, muchos han acudido al INDECOPI para recuperar el valor de la entrada, siguiendo la valiente campaña del bocinero de Acho y periodista radial, Juan Rondinelli “Cora Cora”, quien alertó de la reincidencia de la empresa que ya habría sido sancionada en los últimos años.

La indignación se expresó masivamente en las redes sociales
Como muchos, felicité públicamente a los Villafuerte por la magnífica feria del 2009, en la que con José Tomás y un audaz despliegue publicitario, elevaron a 4,000 los abonados. Pero al año siguiente mantuvieron los precios de José Tomás sin traer a José Tomás, y ahí nació el descalabro. No se tuvo capacidad para retener a la masa que la tomatosis condujo a Acho. Tras un contrato de cinco años (2006-2010) en medio de una bonanza económica sin precedentes en el país, la feria del Señor de los Milagros no se ha convertido en un producto serio, íntegro ni atractivo y por eso los asistentes se han venido retirando a pesar de los figurones contratados, cuya presencia -hay que reconocer- es un mérito indiscutible de los Villafuerte 

El desastre que hoy vive Acho se explica fácilmente: un pobre espectáculo, precios astronómicos y el abuso constante sobre el aficionado y más aún sobre el abonado.
 
”Solo en Acho verás a los mejores toreros”….. pero sin toros
Cierto es que en los últimos años se han visto los mejores toreros, más no toros. El espectáculo no puede sostenerse sin el rey de la fiesta. La empresa quizá no sepa que los aficionados también son abonados al canal 518 (Plus/Toros TV) y que siguen en directo las ferias de Sevilla, Madrid, Pamplona y Bilbao. Todos saben que es un toro – toro, por lo que pretender engañarlos en pleno siglo XXI, deviene en anécdota surrealista, ya que ni a través de una radio podrían hacerlo.

Para una afición que asiste a tan pocas corridas al año, el ganado es pieza angular; con cuatro petardos la gente no vuelve más. Y esto es lo que ha dejado esta feria.

En términos generales, el ganado fue joven, sin peso, trapio ni pitones. Con falsedad, las tablillas inflaron los pesos y anunciaron cosa distinta. 
Toro N° 439 en el campo y  ya remarcado en Acho   
 Hierros similares de S.S.las Palmas y La Ahumada, salvo la corona que fue el burdo remarcado


Toro N° 359 en el campo y en Acho ya remarcado
La empresa -que está compuesta por toreros y ganaderos que saben perfectamente lo que compran- adquirió toros impresentables, entre ellos, los de Juan Bernardo Caicedo. Es incomprensible que un ganadero de su prestigio, pueda enviar un deplorable deshecho de tienta a la plaza más antigua de América, y además, totalmente descastado. 

El encierro de San Sebastián de las Palmas (¿Ahumada?) de la tercera corrida, fue un auténtico deshecho de corrales: feos, sin hechuras, fuera de tipo, bizcos, zancudos, brochos, gachos y sobre todo, mansos y descastados. Pareciera que estos animales fueron sobras vendidas a precio de carne, porque ni a propósito se podría escoger algo tan defectuoso. Unos auténticos "chotos indecentes" como bien acuñó el Dr. Carlos Bazán Zender del diario Expreso, en donde todas las semanas libra batallas para imponer su decencia y veracidad, aprovechando el poco espacio al que lo tienen limitado para que no critique a la empresa.

Aquel día, también se anunció antirreglamentariamente un ejemplar de Caicedo, pero saltó un animal incierto con otro hierro en forma de “V” invertida, sin conocerse su real procedencia. La ganadería de Veracruz, también incluida sin previo aviso, no se encuentra registrada como ganado de lidia en Colombia y según fuentes expertas podría tratarse de astados traídos ilegalmente del Ecuador.  La feria ha sido degradada a lo más bajo y se ha convertido en una vergonzosa chacra, sin respeto al rito, al aficionado ni a la plaza.

Un "Caicedo" pero con hierro distinto (A) al de esa ganadería que está en la tablilla
La afición está cansada de La Ahumada, San Esteban de Ovejas y San Sebastián de las Palmas, ganaderías colombianas que pertenecerían al Sr. Carlos Roldan, y que han copado la feria durante la gestión de la familia Villafuerte. Veamos, este año de 26 toros anunciados, 20 pertenecían a este trío ganadero (77%); en el 2012, fueron 15 de 30 (50%); en el 2011,  fueron 18 de 24 (75%) más la novillada de La Ahumada (80%);  en el 2010, fueron 18 de 24 (75%) y en el 2009, fueron 12 de 24 (50%).  Ni el mismísimo empresario Roberto Puga lidió tanto sus hierros mientras estuvo vigente la ley que obligaba a contratar 50% del ganado nacional, norma que, pareciera, sobrevive subrepticiamente en beneficio de estas tres ganaderías colombianas.

Este privilegio no puede ser gratuito, menos si en Colombia existen vacadas de superior bravura que podrían traerse y que, además, lidian en las plazas de primera. La preferencia sólo puede responder a una suerte de sociedad de la empresa con estas ganaderías. La familia Villafuerte debe aclarar esto, pues en el supuesto de que continúen regentando Acho, todo indica que seguirán lidiando estos tres hierros. Y no tendrían ningún interés en importar toros españoles que le quiten lugar al trió colombiano, por más declaraciones a la prensa que se esmeren en hacer. Mientras que en Acho se presentan Ahumadas infumables, a Venezuela se llevan toros españoles de Miura y Torrestrella, tras haber concluido el trámite que habilita la importación. Así estamos.

Precios,  descuentos y reventa
Acho es la plaza más cara del mundo y lo es por varios cuerpos de ventaja; sus entradas cuestan el triple que las que le siguen. Una barrera en el Rimác alcanza S/.1,500 o 455 euros, mientras que en Las Ventas de Madrid (128 euros), la Maestranza Sevilla (150 euros) y Vista Alegre en Bilbao (156), que son las más importantes y en donde se lidia el toro más serio.  En Las Ventas, la localidad más barata se cotiza en 5,20 euros en San Isidro, en Bilbao 12 euros y en Acho: ocho veces mas (de 64 a 90 euros).  Desde que los Villafuerte tomaron la plaza, las entradas han subido 500%, sin que exista razón que lo justifique como bien ha precisado el periodista  Fernando Salgado en un agudo artículo publicado en www.detorosenlibertad.com, señalando que en el 2007, la entrada más barata a Acho costaba S/. 70.
Precios de Las Ventas de Madrid 2013, con 18 soles se va a los toros.
En Lima con 215 soles, o sea, 12 veces más caro. 
Ante el cómplice silencio local, la denuncia la hizo el periodista Manolo Moles a través de un noticiero del Canal Plus de España. Con la nota “Cobre a Precio de Oro” se calificó de vergonzosos los precios que cobra la empresa Villafuerte, precisando que se castiga a la afición “al quitarle la posibilidad de disfrutar de la fiesta popular”. El incisivo Paco Mora hizo lo propio en “La otra puñalada a la fiesta”, artículo publicado en la edición impresa de la revista Aplausos de España, en que también abordó lo que ocurre en Acho.

No me opongo a que en sombra se cobre fuerte, siempre que en sol haya entradas accesibles a todos. Pero los precios actuales hacen insostenible la fiesta en el tiempo. La política de esta empresa pareciera ser “sólo va el que puede pagar”. Si  es como suponemos, la plaza ha sido condenada a muerte. Se está aniquilando a los auténticos aficionado, quienes sostienen la fiesta en el tiempo, llenándola de neófitos que sólo tienen dinero y que mañana no estarán en los tendidos.

A los altísimos precios se le agrega el maltrato sin precedentes al abonado. Días antes de la novillada se remataron entradas a S/. 15, con el único requisito de portar un cupón del diario El Trome y para la primera corrida, se otorgó 70% de descuento para los miles de suscriptores de El Comercio. El año pasado también hubo descuentos para los socios de clubes, entre otros. El abonado que es el pulmón de la empresa, se siente timado e indignado cuando a su lado se sienta una persona que paga un tercio por el mismo boleto, por el sólo mérito de comprar un taboloide de S/. 0.50 céntimos.  Ante esta falta de seriedad, los aficionados se preguntan con justicia ¿Para qué abonarse?  Y si además, no se cumple lo ofrecido, nadie comprará abono el otro año. Terrible legado el que se deja.

Por si fuese poco, en las puertas de la plaza opera una industria de la reventa a menor precio que en la boletería. Un caso insólito en el mundo de los espectáculos, pues la reventa debe tener mayor precio para generar la ganancia del especulador. Pero en Acho, es al revés. Una entrada de S/. 1,000 se adquiere por un tercio de su precio en la calle. Una competencia desleal en las pasivas narices de la empresa, a pesar de que tiene varias herramientas para erradicarla –salvo que no lo quiera hacer- tales como: recurrir a INDECOPI; aplicar el artículo 15° del reglamento taurino con apoyo de la policía; replegarlos fuera de las rejas que circundan el coso; o hasta encargar el trabajo a los miembros de seguridad que tiene, envés de amedrentar a los aficionados que con todo derecho y razón protestan en los tendidos.

LA POBRE CATEGORIA QUE SE LE HA DADA A ACHO: BUSTO DE MANOLETE ARRINCONADO TRAS UN
TENDERETE DE LICOR.   FOTO 2: LA MISMA ESCULTURA BRILLA EN LAS VENTAS DE MADRID

En resumen la crisis que se vive es por la informalidad en la gestión y, consecuentemente, el  maltrato sistemático al aficionado y, en particular, al abonado. En Acho se han desafiado las leyes del marketing, pues ninguna empresa ha prosperado con la política de atropellar a sus clientes. 

El terrible resultado de esta feria no debe pasar por agua tibia. No estamos en los años 70 cuando la afición desbordaba en la ciudad, había mayor tolerancia y la prensa podía tapar todo con algunos billetes. Esto hoy no funciona; la prensa adicta ya no engaña a nadie. Un espectáculo que defrauda permanentemente a sus clientes está condenado a morir.  Nadie quiere que pisoteen sus derechos como consumidor ni como aficionado. No se puede continuar aniquilando la auténtica afición que queda en la plaza de Acho. Se está destruyendo la feria.

El declive de la plaza no variará en tanto continúe prevaleciendo la informalidad, el incumplimiento, el fraude y la falta de respeto por la propia fiesta. Si no hay un cambio sustancial en la forma de hacer empresa y se parte del principio de respetar la integridad del rito como ha hecho Francia, el aficionado continuará retirándose de los tendidos de Acho y la feria quedará enterrada en muy corto tiempo con la plena complicidad de los que callan.

domingo, 8 de diciembre de 2013

5ª CORRIDA DE ACHO - NUEVA LECCION TORERA DE ENRIQUE PONCE POR JAIME DE RIVERO

Por Jaime de Rivero

El maestro Enrique Ponce ha tenido la actuación más destacada de la 5ª y ultima corrida de toros de la Feria del Señor de los Milagros, celebrada en la plaza de toros de Acho. Con más de media entrada  se  lidiaron toros de Vistahermosa y San Esteban de Ovejas para el rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza (silencio y oreja) y, para la lidia ordinaria, de San Sebastián de las Palmas y San Esteban de Ovejas, desiguales de presentación, mansos y descastados en términos generales salvo el 3º y 6°,  para Enrique Ponce (aplausos y vuelta al ruedo) e Iván Fandiño (saludo desde el tercio y silencio).

A pesar de no haber cortado oreja, Enrique Ponce ha sido el triunfador del festejo con una faena técnicamente impecable ante un descastado adversario de San Esteban de Ovejas.  El diestro valenciano no tuvo suerte en el sorteo, pero a golpe de perseverancia, inteligencia y valor, supo inventar una faena insólita ante el quinto de la tarde, un manso, blando y sin transmisión al que logró someter aplicando los tiempos, las alturas y las distancias precisas. Dirigió la lidia de principio a fin y toreó con mucha paciencia y suavidad, pero atacándolo cuando había que hacerlo. Así logró extraer, de uno en uno, todos los muletazos que tenía el astado. El toro era de una sola oreja y Ponce la perdió completa por fallar con el estoque.     

Ante el primero de su lote, marcado con el mismo hierro, porfió contra la poca fuerza y nula transmisión de su oponente. El valenciano intentó persuadirlo con su tersa muleta pero el toro no se entregó a la pelea.  Culminó de una estocada tendida y dos descabellos.
 
Pablo Hermoso de Mendoza cortó una merecida oreja con el corrido en cuarto lugar de San Esteban de Ovejas, al que sometió montando a los celebres Churumay, Manolete y Pirata. A pesar de la marcada querencia a tablas de su oponente, supo lucirse colocando rejones  y banderillas que fueron celebradas por el público. El que abrió plaza, con el hierro de Vistahermosa, tuvo mas casta, poder y pies, lo que permitió apreciar la doma sobre Viriato, Disparate y Churumay por todo el ruedo. Perdió los trofeos con el rejón que cayó trasero.

Iván Fandiño no tuvo una tarde acertada y fue rebasado por su lote, que fue el mejor de la feria. El primero era un toro fijo, pronto y bravo que tenía una embestida complicada que no supo solucionar. El encastado animal tenía movilidad y fiereza, pero muy poca clase, por lo que había que aguantarle y bajarle la mano para imponer autoridad, siempre llevándolo con la muleta a milímetros del hocico. Los pocos buenos muletazos fueron de esa forma. A pesar de sus complicaciones, era un toro de orejas que se perdió en una lidia equivocada. Tampoco estuvo acertado con el que cerró plaza, un astado remarcado de La Ahumada que se anunció antirreglamentariamente como de San Sebastián de las Palmas.  Si bien al toro le faltó un puyazo que ahormara su descompuesta embestida, no hubo claridad para suplir este defecto con la muleta. El toro se enseñoró del ruedo y el diestro no pudo con él. 

APLAUSOS -DESIERTOS ESCAPULARIOS DE ORO Y PLATA -POR JAIME DE RIVERO


sábado, 7 de diciembre de 2013

LAS CIFRAS DE ENRIQUE PONCE EN ACHO -- POR JAIME DE RIVERO

Fino remate con el capote. Foto:Luis Sueyras
Un paseo por sus 22 temporadas en Lima
Corresponsal: Jaime de Rivero
La íntima relación de Enrique Ponce con la afición de Lima se remonta al año 1991, cuando siendo prácticamente un desconocido, deslumbró a todos por su precoz maestría. Han transcurrido dos décadas y el ahora consumado maestro conserva intacto ese lugar de privilegió que la afición le concedió, con una trayectoria sin precedentes.  
A sus numerosos escapularios se le agregan otras cifras fantásticas en 22 años de recorrido por la la bicentenaria Acho y que ratifican su condición de “Torero de Lima”, distintivo con el que en su día nombraron a Luis Procuna, Antonio Bienvenida, Ángel Teruel y José Marí Manzanares (padre).
El maestro valenciano ha participado en 13 ferias limeñas, hallándose sólo por debajo de José Marí Manzanares (padre) quien lo hizo en 17. En 12 de las 13 ferias, consiguió el triunfo con al menos un apéndice. Ha intervenido en 17 corridas de toros -14 de ellas con trofeo-, en las que ha cortado 28 orejas y un rabo, todo sin sumar ni una sola bronca.
Desde 1993 no ha habido tarde en la que no corte orejas en Acho, sumando 13 corridas triunfales consecutivas a lo largo de 11 ferias (93, 95, 97, 00, 05, 07, 08, 09, 10, 11 y 12). Ha salido hombros por la puerta grande de Acho en 10 oportunidades y se encuentra a un paso de igualar a Sebastián Palomo “Linares” y Curro Girón, quienes empatan en 11. Asimismo, tiene el promedio más alto de puerta grande por corrida de feria.
Sin duda, es quien más le ha podido a los toros en la historia del serial limeño y posee el promedio de corte de orejas por toro lidiado más alto, por encima de los mejores toreros de los últimos 70 años que también han actuado en Acho.
 Fuente: Libro “Enrique Ponce: 20 años de toreo en Lima” del crítico taurino Jaime de Rivero

jueves, 5 de diciembre de 2013

TAURINOS PERUANOS EN LIBRO "ENRIQUE PONCE: UN TORERO PARA LA HISTORIA"

 
Es todo un privilegio para mí el haber sido incluido en el libro "Enrique Ponce. Un torero para la historia", escrito por el renombrado intelectual Andrés Amorós, crítico taurino de jerarquía del diario ABC de Madrid, en coautoría con el propio maestro valenciano. 
 
Por la alta distinción de los autores, como la del Premio Nobel Mario Vargas Llosa que la prologa, esta magnifica obra está llamada a ser un clásico de la literatura taurina. Sin duda, alcanzará la jerarquía del libro "Juan Belmonte: Matador de Toros" de Manuel Chávez Nogales o "Fiesta" de Ernest Hemingway. 
 
Sólo tres taurinos peruanos aparecen en la obra. Completan la lista el fallecido Bartolomé Puiggros Planas, crítico del diario El Comercio, y el ganadero Roberto Puga Castro. 
 

domingo, 1 de diciembre de 2013

OREJA PARA PABLO HERMOSO EN ACHO

Tarde signada por el pésimo ganado que además no estaba anunciado en los carteles 

Corresponsal: Jaime de Rivero

Pablo Hermoso de Mendoza fue el triunfador del festejo al cortar única oreja de la tarde al segundo de su lote, salvando en algo, una jornada en la que hubo muchas protestas por la informalidad de la empresa que nuevamente presentó ganado indigno de Acho. Se había anunciado toros de La Ahumada pero sin ningún aviso, se lidiaron ejemplares de cinco ganaderías distintas, violando una vez más el reglamento taurino con la plena complacencia de la autoridad que les dio pase. Nuevamente el aficionado salió decepcionado del coso por la pobre juego del ganado y la pésima calidad del espectáculo.

Se lidiaron dos toros de rejones, uno de Vistahermosa y un sobrero incierto anunciado como de Juan Bernardo Caicedo pero con otro hierro. Para la lidia ordinaria fueron de San Esteban de Ovejas (2º), Veracruz (3º y 5º) y San Simón (6º). Mansos, mal presentados (2°,3° y 6) y el 5º claramente afeitado.

Con el primero, que reemplazó a un inválido, también de Vistahermosa, Pablo Hermoso estuvo por encima de sus condiciones brillando en el segundo tercio. Con Disparate y Viriato colocó buenos pares de banderillas al astado que no tenía recorrido y buscaba las tablas. Con Pirata le llegó mucho a la cara y colocó banderillas cortas, rematando con el teléfono. No acertó con el rejón de muerte. Aprovechó mejor las condiciones del cuarto, que anunciado como sobrero de Juan Bernardo Caicedo, tenia otro hierro en los lomos, aparentemente de Agualuna. Con Manolete lo templó andando por las tablas alrededor del ruedo y colocó un soberbio par debajo del estribo. Con Disparate y Pirata logró los momentos más lucidos, incluso colocando banderillas a dos manos. Mató con un rejón certero en lo alto y la autoridad le negó la segunda oreja que era reclamada por el público.

El Juli tuvo el peor lote. Al corrido en segundo lugar de San Esteban de Ovejas, manso, noble y sin fuerzas, lo cuidó durante los dos primeros tercios. El toro llegó sin gas a la muleta, perdiendo las manos en la primera serie. Aún así logró, El Juli logró algunos muletazos aislados pero sin poder transmitir. El quinto era un tío de 600 kg, aparentemente con el hierro de Veracruz y que parecía haber estado corraleado. El astado que esperaba y cortaba el viaje con peligro desde el primer capotazo, no tuvo un pase en la muleta. Denis Castillo brilló con los palos.

Daniel Luque lidió bien al tercero de Veracruz, un manso de solemnidad al que David de la Barra picó acertadamente en la querencia de toriles. Con la muleta, lo cuidó toreando con suavidad hasta fijarlo en la pelea, aprovechando que el animal humillaba. Con mucho temple y dejándole siempre la muleta en la cara logró retenerlo, para instrumentar buenas series de muletazos que coronó con un soberbio pase del desprecio. Culminó de un pinchazo y estocada, recibiendo una ovación. El sexto de San Simón era un novillo fuertemente protestado, que además embestía sin clase y con la cabeza alta. Poco pudo hacer por lo reservón. Lo mató bien entre las protestas del público que arreciaron al final de la tarde.

APLAUSOS - ACHO SE QUEDA SIN POSTORES Escribe: JAIME DE RIVERO

POR ELEVADAS CONDICIONES DE ARRENDAMIENTO
 

CORRESPONSAL : Jaime de Rivero
La primera convocatoria para el arrendamiento de la plaza de Acho por el periodo 2014-2019 ha quedado virtualmente desierta, debido a que ninguna empresa se adquirió a las bases dentro del plazo planteado. El resultado era previsible por las elevadas aspiraciones del pliego elaborado por la Sociedad de Beneficencia de Lima, propietaria de la plaza de Acho.
A pesar de los altos ingresos y ganancias que reditúa esta plaza, recordemos que es la más cara del mundo con entradas que triplican o cuadriplican en precio a las de Madrid o Bilbao, la Beneficencia no ha sido capaz de articular un modelo de licitación orientado a la calidad del espectáculo, que permita mayor asistencia y, por ende, sostenibilidad a sus ingresos futuros.
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Por el contrario, esta entidad posee una visión anacrónica de corto plazo por la que sólo interesa recaudar dinero, sin importarle el deterioro del recinto o la mala gestión empresarial de espectáculo, que ante su pasividad puede decaer hasta dejar vacias las graderias.  Sabiendo que la autoridad no hace cumplir el reglamento, la Beneficencia no posee controles contractuales eficaces sobre la empresa, dejando la puerta abierta para que se cometan atropellos en contra del público, su real fuente de ingresos. La plaza y la Beneficencia están a merced de la empresa, pudiéndolo perder todo.
Para recuperar la plaza, la Beneficencia debe suspender esta absurda licitación y convocar a los representantes del sector taurino, principalmente a aficionados probos, capaces e independientes, para definir que se quiere para Acho y reformular íntegramente el modelo de gestión. Posteriormente, elaborar en conjunto una licitación transparente que haga atractiva la participación de empresarios españoles en pos de un espectáculo digno que cumpla con el reglamento taurino. Y, si es necesario, entregar a los propios aficionados el control y la fiscalización sobre la empresa, como ocurre exitosamente en algunas plazas españolas.