sábado, 16 de noviembre de 2013

LA BUENA LIDIA DE ALFONSO DE LIMA EN EL TERCIO DE VARAS

POR: JAIME DE RIVERO

Trasmitir conocimientos es medular en tiempos en que las plazas de toros reciben a un público nuevo, que conoce poco pero tiene interés en ser parte de la fiesta. Se requiere dar información fidedigna para que puedan comprender mejor el espectáculo y, así, convertirse en buenos aficionados que aseguren la continuidad de esta tradición cultural.

Un caso de buena lidia que se debe aplaudir la protagonizó el diestro nacional Alfonso de Lima en la última corrida de feria, cuando ante la mansedumbre del primero de su lote, “Marlboro” con el hierro de San Esteban de Ovejas, ordenó a su picador César Caro, practicar la suerte en el tendido 5 y luego en la querencia de toriles.
                                                 Marlboro por fin es picado con en la querencia de toriles
En primer termino, hay que tener siempre presente que los toros se pican de acuerdo a sus condiciones y el comportamiento que exhiben en el ruedo, y nunca por conceptos prefijados. El toreo es dinámico no estático, y los diestros tienen que resolver en la cara del toro.

                                                                A su salida al ruedo fijó su querencia en la puerta de toriles
Desde que apareció en el ruedo, Marlboro no ocultó su marcada querencia a la puerta de chiqueros, en la que se emplazó de salida y a la que retornó luego de unos capotazos.  Sin duda, un manso, pues el bravo embiste a todo lo que tiene adelante al margen de los terrenos; pelea por toda la plaza sin acusar querencias.

Los toros al igual que otras especies animales, buscan y regresan a los lugares en los que se sienten más seguros, más protegidos. La puerta de chiqueros o toriles es una querencia natural, por ser el lugar por donde irrumpen al ruedo y por donde “piensan” que puede salir y regresar al ambiente anterior, en la que ya se había posicionado y enseñoreado.
                                                El manso regresa galopando a su querencia tras un capotazo
                                                            Huida a toriles tras sentir la primera vara en la contraquerencias

Marlboro acudió al caballo en contra querencia (tendido 8) que es el lugar propicio para evaluar la bravura con el caballo, pero salió huyendo hacia su querencia de toriles sin dejarse picar. Con solvencia y decisión, el matador advirtió esta condición -ya mostrada- y sin dejar que se forme un herradero, ordenó al picador intentar la suerte en el tendido 5, punto intermedio entre la contra querencia y la querencia. A pesar de que terreno más cercano, el animal también huyó al sentir la vara. Al persistir esta condición, con mucha seguridad Alfonso de Lima lo llevó a la querencia natural donde el toro fue finalmente picado.  En esta querencia es donde casi todos los toros se dejan picar, pues es el lugar por donde entraron y por donde, en su entender, pueden salir.  El público con acierto aplaudió la buena vara, pero no se percató de la buena lidia del coleta de turno.

                                                                Pavorosa huida tras el intento de picarlo al pie del tendido 5
Los bravos acuden en cualquier terreno, los mansos no; y no todos los toros se dejan tapar la salida, no todos se duermen en el peto, no todos se dejan picar. Marlboro huía al sentir el acero y no permitía la suerte. El torero debía resolver este problema y dirigir a su cuadrilla para consumar la suerte. Alfonso de Lima lo hizo correctamente.

Algo similar hizo Javier Conde en Lima hace unos 10 años, pero a diferencia, el malagueño no pudo evitar el herradero que se formó tratando de picar al toro al pie de todos los tendidos de sol.

 

3 comentarios:

  1. Que buen articulo muy didáctico sobre la lidia correcta de los toros mansos. Gracias!

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  2. Detalles que al buen aficionado no se les pasa, lamentablemente son pocos lo que notan estas cosas que ocurren durante la lidia.

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  3. En la corrida anterior Daniel Luque hizo exactamente lo mismo que Alfonso de Lima, pero en esa oportunidad nadie lo critico, parece que varios aprendieron la lección.

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