viernes, 31 de agosto de 2012

"EL JULI: FIGURA EN LA CUMBRE" ARTÍCULO PUBLICADO EN EL DIARIO "EL COMERCIO"


Artículo publicado en la página taurina del diario EL COMERCIO, el Lunes 26 de agosto de 2012.



EL JULI: FIGURA EN LA CUMBRE
Por: Jaime de Rivero Bramosio

La Feria de Bilbao que se transmitió en directo la semana pasada, permitió comprobar la altísima categoría del maestro madrileño. Con conocimiento y valor superó la complicada, por brusca y astifina, corrida de Núñez del Cuvillo. Cortó una oreja que supo a poco, todo a fuerza de temple para evitar los enganchones que dañan las embestidas, enmendando así el defecto incurrido con el primero de su lote. Dos días después, desorejó a otro de El Pilar, al que lidió con precisión matemática, sobresaliendo por la profundidad alcanzada.

El Juli es mandón del toreo. Al igual que el maestro Enrique Ponce, ocupa esa posición desde que tomó la alternativa, sin dejar de defenderla ni una sola temporada. A pesar de una lesión, este año ha triunfado en  Córdoba, Santander, San Sebastián y en el sur de Francia.

Su trayectoria impecable en quince temporadas. Ha encabezado la estadística de matadores en 1999, 2000 y 2002, siempre superando las cien corridas en Europa. Ha intervenido en 1,370 festejos, en los que ha lidiado 2,865 astados, con un altísimo número de apéndices. Ha abierto la puerta grande de Barcelona y Nimes en 19 ocasiones, 12 veces la de Valencia, 8 la de Pamplona, 6 la de Sevilla y 3 la de Bilbao. Es ídolo en México, tal como lo fueron Paco Camino o el Niño de la Capea.

Nuestra afición ha saboreado el almíbar de su arte desde su presentación en Acho, cuando conquistó el escapulario de 1998; premio que también recibió en las ediciones 2005 y 2010.

El Juli integra la plantilla dorada de la Feria de Octubre, en la que actuará en la cuarta corrida del abono. Matará el encierro de Roberto Puga, alternando con Enrique Ponce y José María Manzanares. Cartel estelar que reúne a la élite del momento y que concitará la mayor expectación.

domingo, 19 de agosto de 2012

FALLECIÓ EL ING. BARTOLOME PUIGGROS CRONISTA TAURINO DEL DIARIO "EL COMERCIO" DE PERÚ


Esta madrugada falleció en una clínica de Lima, el Ingeniero Bartolomé Puiggros Planas, quién por más de 20 años tuvo a su cargo la página taurina del diario El Comercio.  

Ingeniero de profesión, ganadero y periodista, su actividad tuvo enorme importancia en la vida taurina peruana. En los últimos meses, contribuyó enormemente a la defensa de la fiesta, cediendo espacio de su página semanal para esta causa.

A título personal extiendo mi más sentidas condolencias a toda su familia.

Descansa en paz Don Bartolo,

Jaime de Rivero Bramosio 

viernes, 17 de agosto de 2012

N° 6 DECLARACION, APORTE Y COMPROMISO DE LAS PROVINCIAS TAURINAS”


Artículo publicado en Burladero.com

Opinión sobre la declaración de Palca y Sicaya como las primeras ciudades taurinas del Perú.

Por Jaime de Rivero

Hace pocos días, dos ciudades de la Región Junín se colocaron a la vanguardia en la defensa de las corridas de toros en el Perú. Primero Palca y, a los pocos días, Sicaya, se han proclamado como “ciudades “taurinas”, a través de normas emanadas de sus propias autoridades, en ejercicio de las competencias que les asigna la legislación municipal. De este modo, a la estupenda organización y promoción de sus ferias, se añade esta valiente declaración que reafirma que la fiesta brava es una expresión de la peruanidad, desmintiendo a la vez, aquella percepción errada que la pretende reducir a una  diversión de la clase alta limeña. 

El centro del país ha encendido una llama que debería propalarse por todos los lugares en donde se celebra esta tradición. Los pueblos tienen un poder que no está siendo utilizado a favor de obra, toda vez que el Congreso de la República está integrado en gran mayoría por representantes de las provincias, muchas de las cuales celebran corridas de toros. La población y sus autoridades tienen una labor en ese campo, en el que se deben tender puentes para trabajar con sus parlamentarios en  la defensa taurina.    

En otros artículos he explicado con detenimiento la inconstitucionalidad de la prohibición, así como de cualquier medida que pudiere causar la extinción de la tauromaquia. Sin embargo, no se puede soslayar que el Poder Legislativo está gobernado por la política que condiciona la mayoría de las decisiones que adopta el Congreso, algunas veces anteponiéndose a las razones jurídicas.  

El caso colombiano que se disputa en la actualidad, es un ejemplo completo de como las leyes y sentencias pueden convertirse en letra muerta ante la voluntad política de alguna autoridad irracional. El alcalde bogotano lleva adelante una campaña para eliminar las corridas de toros desafiando al Tribunal Constitucional Colombiano, que ya se había pronunciado a favor de la conservación de la fiesta, así como a la propia Constitución, que en varios acápites ampara el derecho humano a la cultura, que protege la libertad de los ciudadanos para acceder y participar de sus expresiones culturales ancestrales.

Más que una alerta, lo que está ocurriendo en Colombia -y antes sucedió en Quito-, debe interpretarse como un llamado a la guerra, a la que se debe acudir organizados y preparados con todos los actores: estamentos, autoridades y aficionados. Los pueblos de Cajamarca, Ancash, Ayacucho, Apurimac, La Libertad entre otros, deberían asumir una participación activa, tomar las armas de la razón y el derecho, e iniciar una cruzada con el objetivo de que su voz llegue a oírse nítida en la capital.  

Palca y Sicaya lo han hecho con estas declaraciones que ya están en las manos de todos los congresistas de la República y que trasladan un mensaje eficaz: la unión del pueblo y sus autoridades en la defensa de este propósito.  

sábado, 11 de agosto de 2012

N° 5 CRONICA DE PALCA: "EL CICLON DE LIMA" FERNANDO ROCA REY DA LA UNICA VUELTA AL RUEDO

Paseo de cuadrillas, domingo 5 de agosto de 2012

Escribe Jaime de Rivero

En el corazón de la cordillera peruana y rodeada de montañas que agrupadas forman un precioso corredor hacia la selva amazónica, está situada la taurina ciudad de Palca.  Pertenece a la provincia de Tarma que en tiempos coloniales cobijó a los ejércitos españoles que custodiaban este estrecho acceso a los andes, siempre en alerta ante cualquier sublevación del oriente, como aquella liderada por Juan Santos Atahualpa en el s. XVIII.

El establecimiento de cuadras de caballos entrenados para la batalla, debió favorecer la difusión de la tauromaquia en estos territorios.  Desde aquellas épocas, Palca, Tarma, Acobamba, Huasa Huasi y muchas otras poblaciones cercanas han cultivado esta tradición que es distintiva de nuestra identidad, que conjuga lo andino con lo ibérico. A mitad del siglo pasado, el infortunio y la fe convirtieron a Santo Domingo de Guzmán en el Patrón de este distrito, que desde entonces lo celebra con la lidia de astados.   

La plaza de toros de Palca se encuentra asentada en una pequeña llanura a la entrada a la ciudad, a pocos pasos del rio Tarma y la autopista que conduce a Lima. Es un edificio sencillo, de planta circular a base de concreto, con cuartos privados al nivel del ruedo y, sobre ellos, una gradería de doce filas cubierta por un tejado que reposa sobre la arquería de madera. La línea arquitectónica del viejo coso de Acho tuvo notoria influencia en el diseño de esta plaza, al igual que en otras anteriores como la “Juan Belmonte” de Tarma o aquella de la ciudad de Cuzco, ambas demolidas hace ya varias décadas. El coso es relativamente joven. Una placa colocada al ingreso del patio de cuadrillas recuerda que la inauguración tuvo lugar en 1964, acontecimiento que fue apadrinado por José Antonio Dapelo, ganadero de Las Salinas.

El pasado 5 de agosto, con los tendidos llenos y bajo los acordes de la banda de Cora-Cora, recorrió este atractivo albero la terna encabezada por Vicente Barrera, vestido de blanco y azabache, Fernando Roca Rey de verde y oro y Jairo Miguel de corinto y oro.

El encierro de La Viña que hoy pertenece a Aníbal Vázquez, estuvo bien presentado pero defraudó por su mansedumbre. El acusado defecto los acompañó hasta la muerte -en todos los casos- al abrigo de la barrera. Pero sobre todo, a la corrida le faltó fuerza. Si hubiesen tenido “motor”, habrían dado buen juego, pues todos embistieron con nobleza y la mayoría humillando ante las telas. El ganadero debe subir la chispa a estos toros. Casta tiene pero debe superar estos deméritos. Es claro ejemplo de lo que ocurre cuando el esfuerzo se concentra en la nobleza que le acomoda a los toreros, descuidando el poder y la emoción que debe trasmitir el toro de lidia. El peligro es el pilar que cautiva al aficionado, quien es el que sostiene a la fiesta.

El valenciano, quien ahora hace campaña en el interior, no tuvo suerte con su lote. El primero era tardo y probón, siempre aguardando con fijeza para acometer sobre seguro. Condición que sumada a la mansedumbre, complicó su lidia. La buena vara de César Caro no alteró su juego y los de plata pasaron apuros para cumplir su tarea. El diestro se avocó a la obra y a pesar de las serias complicaciones, supo cubrir la papeleta. Destacó en varios pasajes, especialmente en los muletazos a pies juntos y las manoletinas finales. Culminó en dos tiempos, llevándose una merecida ovación.

La poca fuerza del cuarto ocultó su buena embestida.  Se enceló en el caballo, recibiendo tanto castigo que quedó casi inválido. Barrera lo cuidó llevándolo a media altura, pero el astado era soso y se desentendía a la mitad del viaje para buscar las tablas. Mató de dos intentos y recibió otra ovación.

El primero de Roca Rey fue un manso de solemnidad que apareció andando para buscar el rincón más alejado en donde nada pudiera molestarle. La huida fue el signo constante, a pesar que mejoró con la vara de Ángelo Caro, luego intentarlo por todo el redondel. Roca Rey hizo más de lo que era exigible, pero sus intentos naufragaron por el irremediable defecto.

Conviene recordar que la suerte de varas es indispensable para hacer embestir a esta clase de mansos. En estos casos, las reglas del primer tercio quedan subordinadas al objetivo esencial: picar al toro. Sumados tres intentos detrás de las líneas concéntricas, el caballista puede picar en cualquier lugar del redondel.

El quinto tenía clase y por eso lo cuidó de salida. Con un picotazo quedó listo para el segundo tercio, en el que el propio diestro se lució colocando garapullos. Seguidamente, brindó la muerte al Sr. Antonio Pecho, responsable del festejo. 

El valor de Roca Rey no admite dudas. De eso anda sobrado y lo demostró al iniciar de rodillas, citando en corto a un burel que tenía poca fuerza. La emoción inundó los tendidos que respondieron con el grito de “Perú – Perú”.  La faena la estructuró aprovechando el buen pitón derecho, ligando los pases y rematando con cambiados.  Perdió las orejas con un espadazo baja. 

Jairo Miguel es un buen torero de finas maneras que se gusta mucho al torear, tanto en lo fundamental como en los adornos. Su toreo a la verónica es lento, suave y reposado. Pero su mayor virtud es el temple, clave esencial del toreo moderno con el que se puede a los toros, como a estos de La Viña,  que había que tirar de ellos.

Toreó con temple y suavidad al tercero que, como sus hermanos, tenía poca fuerza. Y por eso, las series fueron de tres pases y el remate, todo a media altura y con la muleta retrasada. Así logró los mejores muletazos por derechazos y naturales, algunos bajándole la mano. Perdió los premios por alargar demasiado el trasteo.  Por eso le fue tan difícil colocarlo para la suerte final. Pincho abajo para luego dejar una rinconera que lo hizo doblar. 
 
Con la noche encima, el apuro lo llevó al toreo accesorio, para de ese modo tentar una oreja que sería suficiente para erigirse en triunfador. La penumbra frustró sus ilusiones, fallando con la espada, al igual que sus alternantes.

Al despedirse la terna, una multitud rodeó a Fernando Roca Rey para acompañarlo en una bulliciosa salida. Es gratificante que el Perú tenga un torero que cautive el interés popular.  Fernando es ídolo indiscutible en las provincias. La cátedra conservadora podrá discrepar de su estilo como de sus apariciones mediáticas, pero jamás podrá negarle ese espíritu infatigable que ha derramado por todo el Perú, fortaleciendo la fiesta en su conjunto. 

Frontis de la plaza de toros Palca

Vista desde el puente y en el cerro, el tendido de los sastres

El pueblo llega a su plaza

El Ciclón de Lima en emocionante inicio de faena