sábado, 12 de marzo de 2005

ARTICULO EN REVISTA "ASIA SUR": "LAS PALMAS TAURINAS"



Por: Jaime de Rivero

Pocas festividades son tan alegres y concurridas como la que organiza Las Palmas durante Semana Santa y que responde al entusiasmo desbordado de un grupo de aficionados que ha logrado incorporar al resto de veraneantes en un conjunto de celebraciones que giran alrededor de la corrida de toros.

El origen del tradicional festejo se remonta al año 1988, cuando unos taurinos quisieron pasar una tarde de toros sin prescindir de ninguno de sus complementos naturales: buenos amigos, fina comida, mejor bebida y mucho baile. Con el tiempo, el festejo alcanzó inevitable prestigio, en buena medida, por los triunfos de un ilustre vecino de la playa, el torero Rafael Gastañeta, quien comenzó su carrera en la placita del club.

Los palmeños cuidan todos los detalles para preservar ese ambiente y sabor únicos que resultan de combinar lo criollo con lo español, y que sirven de preludio inigualable a una buena tarde de toros. Desde temprano, las calles lucen decoradas con flores, cenefas y cadenetas con motivos festivos; así, casetas y farolillos sirven de marco adecuado para el encierro matutino en el que los más audaces corren delante de los astados, emulando a los valientes mozos de Pamplona.

Al promediar las doce, la gente se reúne cerca de la plaza para apreciar el desfile de carretas que, adornadas con esmero, llevan aupadas a simpáticas veraneantes en atuendos andaluces. Niños vestidos a la usanza española pululan por doquier en lo que es su propia diversión. Los caballos de paso en su andar brioso conquistan los aplausos que sus majestuosas estampas merecen, cabalgados por chalanes y amazonas que, además, son vecinos de la playa. Los asistentes disfrutan de comidas y bebidas en medio de un espectáculo en el que cantaores y bailaoras interpretan con gracia el arte flamenco, alternando con guitarristas y cajoneros criollos que alegran la tarde con su música. El platillo central es la corrida de toros.

Las Palmas brinda un ambiente formidable para toda la familia, que se asemeja al que distingue a nuestra Plaza de Acho del resto del mundo taurino, pues según me dicen  –y no dudo-,  en ningún otro lugar del mundo se vive la fiesta brava como en Lima.

Este año, Las Palmas ha programado un festejo de primer orden. El cartel lo encabeza el valenciano Vicente Barrera, torero en activo y ganador del Escapulario de Oro en 1996. Su toreo se caracteriza por la quietud y la composición estética, posibles para quienes como Vicente, conocen a cabalidad las reglas de este arte que es único, fugaz y efímero. Completan el cartel Fernando Roca Rey, triunfador de las ferias del Perú y Alfonso Simpson, a quien se le avizora un gran porvenir. Se lidiarán novillos de D. Roberto Puga y D. Juan Manuel Roca Rey.  Como todos los años, las condiciones que propone Las Palmas son inmejorables para pasar un gran día de playa, toros y mucha diversión.

 

Exposición de Pintura y Fotografía Taurina 

Las Palmas ha programado dentro de las actividades culturales, una exposición de pintura y fotografía taurina del artista plástico Danilo Sevilla y el fotógrafo Agustín Carbone, la que podrá ser apreciada durante Semana Santa, en el club house. Curadores de la exposición: Jaime de Rivero y Alfredo Silva Santisteban.

 
Algo Sobre Toros:
 --   En el Perú existen más de 250 plazas de toros en similar número de pueblos, que celebran más de 700 corridas al año, matizadas con sus propias costumbres.

--  Fútbol y los toros son los espectáculos de masa más arraigados en la población peruana. Nuestros pueblos, desde hace siglos, vinculan la fe católica con la corrida de toros; ambas forman parte de nuestra identidad cultural.

--  La Tauromaquia contribuye con obras benéficas como ninguna otra actividad. Sólo la plaza de Acho entrega anualmente unos US$ 100,000 para los niños del Puericultorio Pérez Aranibar y ancianos del asilo Canevaro.

-- La tauromaquia siempre ha sido admirada por intelectuales, artistas y políticos de primer orden, como Hemingway, Wells, Octavio Paz, García Márquez, Bryce Echenique, Miró, Picasso, Dalí o Manet; la fiesta brava fue catalogada por García Lorca como “la más culta del mundo.