martes, 28 de abril de 2015

EL CAMINO DE ANDRES ROCA REY -- por JAIME DE RIVERO

EL CAMINO DE ANDRES ROCA REY
Las oportunidades tras la gesta de Madrid  

Escribe: Jaime de Rivero

Madrid es la catedral del mundo taurino; cruzar su puerta en hombros es el sueño de todos los que aspiran a convertirse en figura del toreo. Triunfar en Las Ventas es muy difícil, lo es más para un novillero y mucho más si es extranjero. Por ello, la proeza de Andrés Roca Rey es trascendental para su futuro y, a la par, un hito en la historia taurina peruana de los últimos 50 años que debe festejarse como lo que es: una gesta que ha merecido las portadas de 6 Toros 6 y Aplausos, espacios en Tendido 0, entre otros, y que también ha sido noticia más allá de lo taurino.  

Roca Rey lució en Madrid tres cualidades principales: valor, técnica y serenidad. El valor es el requisito esencial del torero que nace para figura. Se trata de ese valor frío o seco que lo hace inmutable ante las complicaciones, el peligro y la tragedia, y vaya que los novillos o toros de La Ventana del Puerto lo traían.  Si un torero no tiene valor en la cara del toro, difícilmente podrá tener la serenidad para aplicar la técnica y mucho menos el arte, que es el sentimiento personal que lo define y distingue. Pero no todo es valor, se debe poseer el resto de cualidades. Roca Rey demostró valor e inteligencia sobresalientes y ganas de comerse al mundo, y esto ha sido destacado por los críticos españoles, por encima de otras virtudes ya anotadas. La protesta de la primera oreja por un sector minoritario del público de ninguna manera la desmerecen, en una plaza en la que todo se protesta y nunca se está conforme. Esta puerta grande lo acompañará como credencial el resto de su carrera. Y nadie podrá arrebatársela, ni los de allá ni los de acá.

Es verdad que Roca Rey no tiene nada asegurado en esta profesión, que es tan aleatoria como azarosa. Son muchos los que han salido a hombros de Madrid y después han caído en el anonimato. Por ello, el trabajo serio, responsable y comprometido bajo la dirección de José Antonio Campuzano, le permitirá abrir mas puertas, como hace un año cuando estuvo muy cerca de ganar el Zapato de Oro de Arnedo. 
Titular en 6 Toros &
La apuesta de Andrés Roca Rey para el 2015 es muy fuerte. Todo o nada. Su temporada está cimentada en dos presentaciones en Madrid, una en Sevilla y lo que venga en adelante para tomar la alternativa –hasta hace una semana- en la plaza de Acho. Pero este triunfo ha sido un estoconazo prematuro que no se esperaba y que ha cambiado el panorama de los próximos meses. 

Ahora, se presentará en la Feria de San Isidro con la posibilidad -ya no la obligación inexorable- de reeditar la hazaña del 19 de abril, con la ventaja de ya haberla logrado. En una afición tan compleja y que se comporta tan distinto durante la isidrada, es muy difícil predecir cómo lo recibirán. Pero Andrés tiene un atributo singular, ya que desde que pisó España se ha enfrentado a todo tipo de encastes y eso en Madrid tiene peso, tanto en el ruedo como en los tendidos más reaccionarios. Y seguro saldrá a por todas, a jugarse el tipo. Luego acudirá a Sevilla que es otro escaparate de mucha relevancia y en donde es muy importante tener una buena actuación para que se le considere a inicios del próximo año, ya como matador de toros. De concretar una nueva epopeya en alguna de estas dos presentaciones, se situará en inmejorable posición dentro del escalafón menor y, definitivamente, tendrá una enorme proyección con mas actuaciones en España y Francia. 

La alternativa es oportuna. Andrés está en condición de tomarla desde el año pasado, aún cuando su paso por Acho no resultó como se esperaba. Pero uno no quita lo otro, sobre todo porque ha mantenido una línea de trabajo profesional que conocemos quienes hemos seguido paso a paso su exitosa carrera en España, desde aquellas reuniones dominicales con su familia y amigos para ver las novilladas del 2013.

Ahora, la estrategia de Campuzano es aprovechar el gran impacto que ha causado su exitoso debut en Madrid, en la que ha sido su primera actuación del año en España. La gesta se ha dado en el momento preciso, a inicio de la temporada española, previa a farolillos y entre corridas flojas de la feria sevillana. De haber ocurrido en otro momento, quizá no hubiese tenido la misma repercusión mediática, pues las figuras, San Isidro o las ferias que se inician en mayo seguramente habrían copado la atención de todos.  

El plan es no perder la ola que se ha levantado con esta actuación memorable. Sumar contratos y consolidarse durante el resto del año para tomar la alternativa en Europa al final de temporada y con dos figuras que le den peso y publicidad a la ceremonia. Y por su puesto, ver que ocurre porque nada está dicho. Urge también hacerlo porque solventar la carrera novilleril representa muchos euros y este aspecto, también es decisivo, sobre todo por la coyuntura económica por la que atraviesa España y la fiesta de los toros.    

Simón Casas, con quien se crearon relaciones desde su primera visita a Lima en el 2012, cuando asistió a la ganadería Campo Nuevo para una tienta a cargo de Enrique Ponce, le ha dado la oportunidad de hacerlo el próximo setiembre en Nimes. Esta plaza francesa no es hostil; por el contrario, se nutre de un público plural, entendido y receptivo que usualmente acoge la alternativa de novilleros que tienen proyección, como en su día lo fueron El Juli, Jesulín de Ubrique, Manuel Caballero, César Jiménez o Daniel Luque. 

Al igual que Madrid, Nimes tampoco garantiza nada y muchos que por allí han pasado también han sido descartados. Es la incertidumbre perenne que se vive hasta la consolidación como matador de toros. Por eso mismo, se debe aprovechar las oportunidades que se han abierto, el momento y el impacto mediático que se tiene y quién sabe se vaya a repetir, por más esfuerzo que se le eche. Dos o tres golpes sobre la mesa pueden convertir un sueño de niño en una feliz realidad. Esa es la gran apuesta, ahora arropada y propulsada por un hito histórico.
Entrevista a ARR en Aplausos, edición previa a su debut en Madrid
Sin duda, los éxitos de Andrés Roca Rey y de Joaquín Galdós darán un fuerte espaldarazo a la fiesta de los toros en el Perú, sobre todo en Lima, que como capital de la República, está más expuesta a los ataques antitaurinos. Sin querer provocarlo, el peso ahora recae en Galdós, quién tiene el desafío de igualar o superar el hito de Las Ventas. Cualidades le sobran, en su estilo tan distinto, y también viene sumando triunfos.  

El éxito de ambos abonará a favor de la plaza de Acho y del futuro de la Feria del Señor de los Milagros, pues provocará una corriente de renovación taurina que bien canalizada por la empresa de turno, puede lograr que los aficionados retornen al Rímac y que se formen nuevas generaciones para las próximas décadas, tal como ocurrió cuando Rafael Puga obtuvo el Escapulario de Oro del Señor de los Milagros en 1973.