jueves, 30 de noviembre de 2017

Revista CARETAS "TRIUNFO Y BRONCA" Escribe JAIME DE RIVERO

Tarde de bronca contra la autoridad por dar pase a toros sin trapio ni presencia
TRIUNFO Y BRONCA

Sebastián Castella cortó dos orejas y salió a hombros en la cuarta corrida de Feria, en una tarde de fuerte bronca contra la autoridad.

Escribe Jaime de Rivero  

Para el domingo pasado se anunciaron toros del Puerto de San Lorenzo y se lidiaron de La Ventana del Puerto, hierro propiedad del mismo ganadero pero de otro encaste. Se cambió sin aviso y no se corrigió la pizarra, lo que es un sinsentido de la empresa y la autoridad pues se veían a simple vista.  ¿Por qué no lo comunicaron como dice el reglamento? 

La empresa se dispara a los pies y el aficionado, con razón, se siente timado.  Para más inri, se lidia un animal chupado, sin trapio ni el peso que dicen las tablillas. Y surgió la bronca fuerte y legitima contra la autoridad. Otro yerro del Juez que tampoco tiene criterio definido para dar o negar trofeos, y cede a la presión del público. Si se preguntan por qué la baja en la entrada, respuestas sobran.

Los de la Ventana estuvieron muy desiguales de presentación, flojos y de juego variable, algunos mansearon. Una escalera. El primero de Castella fue duramente protestado su escasa presencia y su lidia se desarrolló entre gritos y reclamos, algunos dando la espalda. El diestro prefirió machetearlo y abreviar.  

El cuarto fue bravo. Abanto de salida, le costó calentar. Tras un buen puyazo, Castella lo quitó por chicuelinas citándolo a distancia, todo entre ovaciones. Lo recibió en los medios con pases cambiados con la virtud de la quietud. Las series iniciales fueron las de mayor fuste por la calidad del toro, cuyo defecto era el poco recorrido, no se rebozaba al final del muletazo. La faena perdió intensidad y mérito por la sucesión de enganchones. Estocada arriba y el Juez le dio dos orejas cediendo a la presión de los pañuelos. Exagerado premio, como diría el Marqués Valero de Palma en esta misma revista, merecía una “orejota”.  

Ginés Marín hizo todo con gusto y torería, pero quedó inédito. El tercero tenía clase pero le faltaba poder y la faena no escaló. Apuntó buenos muletazos al inicio de faena y también por el derecho. El quinto  no se dejó de salida y rodó varias veces. Abrevió.

El venezolano Jesús Colombo tomó la alternativa dejando buena impresión. Es el primer extranjero que la toma en la la feria morada. Al de la alternativa que era manso, tardo y mirón, lo fijó en los medios con verónicas y chicuelinas, para luego lucirse en el quite por gaoneras. Todo con gusto y suavidad. Se le aplaudió mucho con las banderillas.  En la muleta fue otra historia. El toro se rajó pronto y el toricantano se avocó a retenerlo para sacarle muletazos de uno en uno, varios de buen trazo.  

El sexto fue bueno por su nobleza y calidad, pero le faltó trasmisión. Colombo también se lució con los palos, reuniéndolos arriba. Inició por derechazos de rodillas exigiéndolo mucho por abajo. El toro acusó el esfuerzo y perdió poder. Apuntó series de derechazos y naturales bien logradas. Culminó con luquesinas y el desplante. Marró con el estoque y perdió una oreja.      
Dos peruanos por el Escapulario de Oro, pero también José Mari Manzanares
SE DEFINE EL ESCAPULARIO:
El codiciado Escapulario de Oro se define este domingo en Acho. Hasta ahora y por el momento el único candidato al máximo galardón limeño es nuestro compatriota Joaquín Galdós, por la mejor faena que es la forma como se debe otorgar este premio. Desorejó al sexto en la primera corrida de abono. Pero nada está definido aún, porque nuestro Gallo de Pelea, Andrés Roca Rey, tendrá en chiqueros dos adversarios para salir triunfante.  Y reaparece en Lima uno de los mejores toreros del momento, José María Manzanares, que el año pasado nos regaló una de las mejores faenas que se han visto en el ruedo de Acho en sus ya casi 252 años. Los toros serán de la ganadería española García Jiménez que obtuvo el Escapulario de Plata en el 2016 y que deberán tener la presencia reglamentaria por el bien de la feria. 

domingo, 26 de noviembre de 2017

AGENCIA EFE "CASTELLA SALE A HOMBROS DE ACHO" Escribe JAIME DE RIVERO

SEBASTIAN CASTELLA SALE HOMBROS DE ACHO

AGENCIA ESPAÑOLA EFE

Corresponsal JAIME DE RIVERO

(Lima) El francés Sebastián Castella ha sido el triunfador de la cuarta corrida de la Feria del Señor de los Milagros al haber cortado dos orejas al cuarto toro de la tarde de la ganadería española La Ventana del Puerto. El venezolano Jesús Colombo tomó la alternativa de matador de toros y dejò buena impresiòn en la aficiòn limeña. Completó la terna Ginés Marín que no tuvo mayor opción con su lote.

El primero de Sebastián Castella fue duramente protestado por su escasa presencia y su lidia se desarrolló entre gritos y reclamos del público, algunos dando la espalda al ruedo. El toro iba mejor por el izquierdo y con peligro por el derecho. El diestro prefirió machetearlo y abreviar. Lo despachó de una estocada trasera.  

El cuarto fue el mejor presentado del encierro y destacó por su nobleza, fijeza y prontitud. Pero sobre todas esas virtudes, el toro tenía clase en sus embestidas.  Abanto de salida, fue fijado por Castella toreando a la verónica. Tras un buen puyazo, el diestro galo hizo el quite por chicuelinas citándolo a distancia, todo entre ovaciones. Brindó la muerte del toro al público para luego recibirlo en los medios con cambiados por la espalda y derechazos en los que brilló por su quietud. Las series iniciales fueron las de mayor emoción por la calidad del toro, cuyo defecto marcó también la dificultad de su lidia: le faltaba recorrido a su embestida, o no se rebozaba, que es lo mismo. Castella estuvo acertado toreándolo con oficio en el sitio preciso, superando esa complicación. La faena perdió intensidad y mérito por los sucesivos enganchones y trompicones. Tras unos circulares, mató de una estocada arriba con la que el Juez le concedió dos orejas a insistencia de los tendidos.  En mi opinión y tomando prestadas las palabras de mi amigo el desaparecido cronista de Caretas, José Carlos Marques Valero de Palma", a Castella le hubiera dado una orejota.
Ceremonia de la alternativa de Jseùs Colombo
Ginés Marín hizo todo con gusto y torería, pero no pudo mostrar la dimensión de su toreo por pechar con el peor lote. Al tercero lo lanceó por delantales y verónicas aprovechando la fuerza inicial.  El toro tenía clase pero le faltaba poder y transmisión. Apuntó buenos muletazos por el derecho principalmente pero la faena no escaló a más por la sosería de su adversario. El quinto tenía muy pocas fuerzas y no le dio opción. No se dejó de salida y rodó varias veces por la arena. Abrevió.

El venezolano Jesús Colombo tomó la alternativa de matador de toros, causando buena impresión en la afición limeña por su capacidad y recursos. Fino con el capote, hábil con las banderillas y efectivo con la muleta, estuvo por encima de su lote.  Al toro de la alternativa que era manso, tardo y mirón, lo fijó en los medios con verónicas y chicuelinas, para luego lucirse en el quite por gaoneras. Todo hecho con gusto y suavidad. Se le aplaudió con las banderillas colocando cuatro pares, el más logrado fue tras recortarlo dos veces por la cara.  Con la muleta fue otra historia. El toro se rajó pronto y Colombo se avocó a retenerlo. Las series iniciales fueron por derechazos principalmente, pero sin mayor trascendencia por la sosería de la res. Extrajo los muletazos de uno en uno, varios de buen trazo.  Mató de media estocada y salió a saludar desde el tercio.

El sexto fue un buen toro por su nobleza y calidad, pero le faltó trasmisión con la muleta. Colombo lo recibió de verónicas con más ímpetu que brillo. Se lució nuevamente con los palos, siempre reuniéndolos arriba. Inició por derechazos de rodillas exigiéndolo mucho por abajo. El toro acusó el esfuerzo y fue perdiendo fuerzas. Eso no fue óbice para torearlo en series de derechazos y naturales bien logradas. Culminó con luquesinas y el desplante. Perdió la oreja por fallar con el estoque.     

Ficha: Plaza de Acho.  2/3 de entrada.  Se lidiaron 6 toros españoles con el hierro de La Ventana del Puerto, desiguales de presentación (indigno de Acho el 2°) y de juego dispar y flojo, destacando por su bravura el 4º. Sebastián Castella (silencio y dos orejas), Ginés Marin (ovación y silencio) y Jesús Colombo (ovaciòn y ovación)

sábado, 25 de noviembre de 2017

"LOS ATANASIOS EN LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS" Escribe JAIME DE RIVERO


Hierro y divisa de la ganadería Atanasio Fernandez, cuyo encaste se lidiará
este domingo en Acho a través de los toros del Puerto de San Lorenzo 
LOS ATANASIOS EN LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS

Escribe Jaime de Rivero

Este domingo, después de 35 años regresa el encaste Atanasio Fernández a la plaza de Acho, con los toros del Puerto de San Lorenzo. Reconocida ganadería salmantina  de propiedad de propiedad de los ganaderos Lorenzo Fraile y su hijo José Juan Fraile, que lidia habitualmente en las plazas españolas de primera categoría como Madrid, Sevilla, Bilbao o, recientemente Pamplona.

El debut de la ganaderia -y el encaste- Atanasio Fernandez  en la Feria del Señor de los Milagros ocurrió en el año 1953, cuando la plaza de Acho estaba manejada por el ganadero Humberto Fernandini, habiéndosela cedido la Sociedad Explotadora de Acho S.A. que por entonces la tenía en concesión por 20 años por haberla construido sobre los cimientos de la anterior, en 1944. 

Para esa feria se adquirieron hierros salmantinos que por entonces eran de los que mejor juego daban en España, y eran preferidos por las figuras sin restricción. Junto con los Atanasios se trajeron toros del campo charro de Juan Cobaleda, Antonio Pérez de San Fernando y María Montalvo, ésta última emparentada con otra importante familia ganadera de la zona, los Pérez Tabernero.  
 
Hierro y divisa del Puerto de San Lorenzo
El debut de los Atanasios en la feria morada ocurrió el 6 de diciembre de 1953, con un cartel conformado por Antonio Ordoñez y la pareja promocionada del momento, Emiliano Ortuño “Jumillano” y Pedro Martínez “Pedrés”, con asistencia de la esposa del  Presidente de la República Manuel A. Odria, la Sra. María Delgado.  La tarde fue triunfal, se cortaron seis orejas, de las cuales cuatro fueron a los toros de Atanasio Fernández. Antonio Ordoñez cortó una oreja a uno de Montalvo y perdió con el estoque otras dos de un Atanasio que fue de bandera.  Brindó la muerte de aquel toro a su compadre Fernando Graña Elizalde para luego cuajar la faena con la que conquistó definitivamente a la afición limeña.  En opinión de muchos cronistas, fue el más bravo de todos los corridos aquel año en Acho.

Como dato anecdótico la terna completa salió a hombros de la plaza, a pesar de que Antonio Ordoñez solo cortó un trofeo.  Y es que en esa época había menos apego a la norma y más espontaneidad.    

En la feria del año siguiente, se lidió sólo un Atanasio en la corrida inaugural que también resultó el más bravo del ciclo morado. Fue lidiado por Carlos Corpas.

Concluido el nefasto gobierno izquierdista de las Fuerzas Armadas impulsado por el dictador Velazco, se levantaron las restricciones para la importación, entre ellas la establecida para el ganado de lidia. 

Restablecida la democracia, los Atanasios regresaron a Acho en 1980, durante la gestión de Luis León Rupp.  Ocurrió en la segunda de feria, en corrida parchada con toros de La Huaca, el 2 de noviembre.  Alternaron Ángel Teruel, José María Manzanares y Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea”, destacó el juego del quinto Atanasio lidiado con mucha torería por Manzanares, quien dio la vuelta al ruedo.


Al  año siguiente, y con el mismo empresario, también se lidiaron Atanasios en la corrida del 8 de diciembre por Manzanares, El Capea y José Cubero ”Yiyo”, que se presentó en Acho con un toro de esta ganadería y dio la vuelta al ruedo.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Revista CARETAS " ¿Y LOS TOROS BRAVOS?" Escribe JAIME DE RIVERO

Jose Garrido se presentó en Acho.
Es el primer matador de toros en confirmar la alternativa en esta plaza.
¿Y LOS TOROS BRAVOS?

Revista CARETAS
Escribe Jaime de Rivero

Casta y codicia fue lo que más le faltó a la corrida de Santa Rosa de Lima, lidiada el último domingo en Acho. Tarde deslucida por el juego soso de los toros. Cierto es que cumplieron en presentación y que recargaron a los caballos, pero aquello sirvió de muy poco. Sólo funcionaron el cuarto y el sexto, y el primero que algo se dejó. El toreo tiene hoy dos problemas principales, la monotonía de los estilos de torear como consecuencia de la depuración y el dominio de la técnica; y la poca fiereza del ganado. Para lograr un animal a medida del toreo estético que hoy impera, la crianza se produce en los linderos de la mansedumbre, así surge con frecuencia el toro soso y bobalicón que aburre y desespera. Es la antítesis de esta fiesta en que la emoción de riesgo y peligro es parte esencial. Y para ello requiere el toro con casta, poder y pies.

Lo más meritorio que hizo Manuel Escribano fue las banderillas, por la variedad y entrega, brillando en un par al quiebro a una mano al primero de su lote.  A éste lo recibió de muleta con cambiados por la espalda para luego torearlo por derechazos sin mayor lucimiento. Al toro le faltó fondo y se apagó pronto.

Al cuarto, que embestía humillando y con recorrido, lo esperó a porta gayola y lo quitó por caleserinas. Inició la faena con pases por alto de rodillas para luego torear por el pitón derecho que era el mejor. Por el izquierdo no tuvo la misma intensidad. Desaprovechó un buen toro al anteponer adornos y remates, sin haber consolidado el toreo fundamental, es decir, ligado en redondo que es como se domina a los toros. Y Acho no lo tragó, quedando todo en una ovación desde el tercio.

A pesar de que tuvo el peor lote, Paco Ureña estuvo dispuesto y entregado.  Lanceó a la verónica de manera ejemplar a sus dos toros, siempre echando la pata “pa lante”, cargando la suerte y hacia los medios.  El tercero avisó que se ceñía por el pitón derecho en los primeros capotazos como en el quite.  Lo replicó en la muleta por lo que Ureña se avocó al izquierdo pero sin mayor lucimiento, abundando en muletazos de uno en uno. Sin ligazón no hubo emoción. Mató de una estocada baja. Intentó de todo con el quinto, un toro soso y descastado que no le dio opciones.

José Garrido recibió a porta gayola al toro de su confirmación de alternativa, para luego llevarlo a la verónica rematando con media de rodillas.  El toro se partió un pitón mermando su poderío.  Con la muleta logró derechazos de buena factura pero sin mayor transmisión, mientras que por el izquierdo se quedaba corto y sin fuerzas.  La faena se diluyó por la sosedad del animal. 


Al sexto, el mejor del encierro, Garrido lo toreó con delantales a pies juntos ovacionados por la lentitud y empaque. El toro sirvió por noble y repetidor, pero sin mayor clase en la embestida como todo el encierro. Las series por derecho fueron las más destacadas, mientras que por el izquierdo no había tanta emoción. Cuando el toro se quedaba parado, Garrido tiraba de él haciéndolo seguir la muleta. Se equivocó al llevarlo a los medios para la suerte suprema, haciendo caso a los gritos de unos indocumentados de sol, fallando en dos intentos al recibir con los que perdió la oreja.  

Revista CARETAS : " ¿Y LOS TOROS BRAVOS?" Escribe JAIME DE RIVERO

Escribano con las banderillas al 4° de Santa Rosa de Lima 
 ¿Y LOS TOROS BRAVOS?

Revista CARETAS
Escribe Jaime de Rivero

Casta y codicia fue lo que más le faltó a la corrida de Santa Rosa de Lima, lidiada el último domingo en Acho. Tarde deslucida por el juego soso de los toros. Cierto es que cumplieron en presentación y que recargaron a los caballos, pero aquello sirvió de muy poco. Sólo funcionaron el cuarto y el sexto, y el primero que algo se dejó. El toreo tiene hoy dos problemas principales, la monotonía de los estilos de torear como consecuencia de la depuración y el dominio de la técnica; y la poca fiereza del ganado. Para lograr un animal a medida del toreo estético que hoy impera, la crianza se produce en los linderos de la mansedumbre, así surge con frecuencia el toro soso y bobalicón que aburre y desespera. Es la antítesis de esta fiesta en que la emoción de riesgo y peligro es parte esencial. Y para ello requiere el toro con casta, poder y pies.

Lo más meritorio que hizo Manuel Escribano fue las banderillas, por la variedad y entrega, brillando en un par al quiebro a una mano al primero de su lote.  A éste lo recibió de muleta con cambiados por la espalda para luego torearlo por derechazos sin mayor lucimiento. Al toro le faltó fondo y se apagó pronto.

Al cuarto, que embestía humillando y con recorrido, lo esperó a porta gayola y lo quitó por caleserinas. Inició la faena con pases por alto de rodillas para luego torear por el pitón derecho que era el mejor. Por el izquierdo no tuvo la misma intensidad. Desaprovechó un buen toro al anteponer adornos y remates, sin haber consolidado el toreo fundamental, es decir, ligado en redondo que es como se domina a los toros. Y Acho no lo tragó, quedando todo en una ovación desde el tercio.
José Garrido se presentó en Lima, es el primero torero
en confirmar la alternativa en la plaza de Acho. 
 A pesar de que tuvo el peor lote, Paco Ureña estuvo dispuesto y entregado.  Lanceó a la verónica de manera ejemplar a sus dos toros, siempre echando la pata “pa lante”, cargando la suerte y hacia los medios.  El tercero avisó que se ceñía por el pitón derecho en los primeros capotazos como en el quite.  Lo replicó en la muleta por lo que Ureña se avocó al izquierdo pero sin mayor lucimiento, abundando en muletazos de uno en uno. Sin ligazón no hubo emoción. Mató de una estocada baja. Intentó de todo con el quinto, un toro soso y descastado que no le dio opciones.

José Garrido recibió a porta gayola al toro de su confirmación de alternativa, para luego llevarlo a la verónica rematando con media de rodillas.  El toro se partió un pitón mermando su poderío.  Con la muleta logró derechazos de buena factura pero sin mayor transmisión, mientras que por el izquierdo se quedaba corto y sin fuerzas.  La faena se diluyó por la sosedad del animal. 

Al sexto, el mejor del encierro, Garrido lo toreó con delantales a pies juntos ovacionados por la lentitud y empaque. El toro sirvió por noble y repetidor, pero sin mayor clase en la embestida como todo el encierro. Las series por derecho fueron las más destacadas, mientras que por el izquierdo no había tanta emoción. Cuando el toro se quedaba parado, Garrido tiraba de él haciéndolo seguir la muleta. Se equivocó al llevarlo a los medios para la suerte suprema, haciendo caso a los gritos de unos indocumentados de sol, fallando en dos intentos al recibir con los que perdió la oreja.  

domingo, 19 de noviembre de 2017

AGENCIA EFE "ESCRIBANO, UREÑA Y GARRIDO SE FUERON DE VACIO EN ACHO.


Escribano, Ureña y Garrido se fueron de vacio en Acho

Agencia EFE
Corresponsal Jaime de Rivero  

La tercera corrida de la Feria del Señor de los Milagros ha estado marcada por la mala condición de los toros de Santa Rosa de Lima, que cumplieron en presentación pero no en juego salvo el cuarto y el sexto, y el primero que algo se dejó. El resto fueron sosos, complicados y con peligro.

Lo más meritorio de la actuación de Manuel Escribano fueron las banderillas, en las que hubo variedad y entrega, brillando con el par al quiebro a una mano que colocó en todo lo alto al primero de su lote.  Inició de muleta con cambiados por la espalda para luego torearlo por el pitón derecho sin mayor lucimiento por las condiciones del animal que era soso y reservòn. Al toro le falto fondo de bravura y se apagó pronto   Mató de una estocada tendida.

Al cuarto, que humillaba con recorrido, lo recibió a porta gayola y quitó por caleserinas. Inició con pases por alto de rodillas para luego torear por el pitòn derecho que era el mejor. Por el izquierdo no tuvo la misma intensidad. Desaprovechó a un buen toro al excederse en adornos y remates, sin primero haber consolidado el toreo fundamental que no es otro que el toreo ligado en redondo, por derechazos y naturales, con el que se les puede y se somete a los toros.  Culminó su labor de un pinchazo y una estocada trasera, recibiendo una ovación desde el tercio.

Paco Ureña no tuvo suerte con su lote, pero estuvo entregado y dispuesto toda la tarde.  Lo mejor fue el toreo a la verónica a sus dos toros, siempre con la pata pa lante y llevándolo hacia los medios.  El tercero avisó que se ceñía por el pitón derecho desde los primeros lances como en el quite por gaoneras.  Lo repitió en la muleta por lo que Ureña se avocó al pitón izquierdo pero sin  mayor éxito.  El toro se paró y los muletazos fueron de uno en uno.  Mató de una estocada baja. Ureña intentó de todo con el quinto, un toro soso y descastado que no sirvió para nada . Lo despachó de un pinchazo y estocada.

José Garrido recibió a porta gayola al toro de su confirmación de alternativa, para luego llevarlo a la verónica rematando con una media con la  rodilla en tierra.  El toro se partió un pitón afectando su comportamiento.  Con la muleta logró muletazos de buena factura por el derecho, por el que repetía pero sin transmisión. Por el izquierdo se quedaba cortò con menos recorrido.  La faena se diluyó por la poca transmisión.  Matò de una estocada arriba.

Al sexto, el mejor del encierro, lo toreó con delantales a pies juntos que fueron ovacionados por la lentitud y empaque. El toro sirvió por noble y repetidor pero sin mayor clase en la embestida. Las series por el derecho fueron las más destacadas, mientras que por el izquierdo no había emoción. También tiró del toro haciéndolo embestir cuando se quedaba parado. Se equivocó al llevarlo a los medios para la suerte suprema haciendo caso a lo que dicen unos indocumentados de sol. Falló en dos intentos recibiendo -el toro justo de raza no era para esa suerte, menos en los medios- y dejó una estocada baja, perdiendo una oreja. 


Plaza de Acho. Con media entrada, se lidiaron 6 toros de Santa Rosa de Lima, correctos presentación, descastados y flojos en términos generales. Manuel Escribano (silencio y ovación desde el tercio), Paco Ureña (silencio y silencio) y José Garrido (aplausos y ovación). Garrido confirmó la alternativa.  

jueves, 16 de noviembre de 2017

Revista CARETAS "SE LA JUGÓ" CRONICA 3° CORRIDA ACHO 2017 Escribe JAIME DE RIVERO

Dispuesto toda la tarde en los tres tercios.
Al cuarto le colocó el último par al quiebro citándolo de rrodillas 

Revista CARETAS (jueves 16, noviembre 2017)

Escribe JAIME DE RIVERO


Fernando Roca Rey reapareció en Acho y justificó su contratación en la feria. Cortó una merecida oreja llenando la plaza con su toreo y personalidad. Fue el triunfador por todo lo que hizo durante la tarde; por encima de Juan del Alamo, que si bien también tocó pelo, no supo aprovechar al mejor animal del encierro. 

Comencemos por los toros. Ha quedado evidente que se tiene otra ganadería peruana que en corto plazo puede ser pedida por los diestros españoles. Los astados de Aníbal Vásquez, lidiados con los legendarios hierros de La Viña y El Olivar, pasaron la prueba en cuanto a presentación y nobleza, aunque un tanto flojos y sosos. Les faltó más raza y fuerza. Fueron al caballo sin que se les castigue demasiado, salvo el segundo que acusó la vara y se aplomó en la muleta. Destacó el sexto por su mayor más clase y recorrido. 

Fernando Roca Rey ofreció su mejor actuación en Acho desde que el maestro Enrique Ponce le dio la alternativa en el 2005. El tiempo de para le ha dado mayor madures y tranquilidad para plantear su toreo. Estuvo acertado, relajado y sobre todo disfrutando todo cuanto hacía. Decidido con el capote, lucido con las banderillas, seguro con la muleta y eficaz con el estoque, siempre por encima de su lote. La gente salió de la plaza comentando lo bien que toreó, dentro de su estilo alegre y bullidor. Y es que al buen aficionado le caben más toreros en la cabeza, porque sabe apreciar el valor que tiene todo lo que se hace en el ruedo, y no se deja llevar de prejuicios ni tópicos que abundan.   

Roca Rey se lució de capa con el primero de La Viña, al que recibió a porta gayola y quitó por chicuelinas. Colocó las banderillas arriba entre ovaciones. Inició de muleta en los medios con el cambiado por la espalda, ligado con el de pecho.  El toro, soso y reservón, acudía sin codicia por lo que los muletazos fueron de uno por uno. Mató de una estocada arriba y salió al tercio para recibir una calurosa ovación.

Emocionante larga a porta gayala de Fernando Roca Rey, con la que recibió al primero de la tarde.

Al cuarto de El Olivar, lo dominó a la verónica embarcándolo con lentitud hacia los medios. El quite fue por lopecinas muy aplaudidas. Volvió a destacar con las banderillas, la última citando de rodillas para luego clavar en todo lo alto. El toro, tardo y reservón, impidió el lucimiento en las primeras series que fueron de estudio. Poco a poco lo pudo meter en muleta hasta bajarle la mano. De rodillas cuajó la serie más aclamada llevándolo por abajo, para continuar por naturales. Bernardinas y arrucinas fueron el preludio de una estocada que le permitió pasear una merecida oreja.

Fernando, como Cubas, Simspon, los hermanos Puga entre otros ganaderos y toreros, son los artífices del resurgimiento y auge taurino del Perú de los últimos 15 años. Ellos hicieron la fiesta en todos los pueblos del interior, algunos de ellos ya suenan en el exterior. Pero sobre todo, esa generación de toreros sentó las bases para la aparición de Andrés y Joaquín, que son resultado mejorado de una evolución natural. Que se enteren y recuerden los que no saben y opinan con ligereza.
Joselito Adame tuvo el lote menos propicio. Al segundo de El Olivar, noble y repetidor, lo recibió a la verónica con ocho lances que hicieron presagiar lo mejor. Sin embargo, el toro acusó el castigo del caballo y llegó aplomado a la muleta truncando las ansias y empeño del mexicano.  Lo despachó de dos pinchazos y una estocada. El quinto de La Viña cortaba el viaje y reponía con peligro por ambos pitones, haciendo difícil ligar dos muletazos seguidos. Acabó con él sin más trámite.

Poco pudo hacer Juan del Álamo con el tercero de La Viña, que era tardo y soso. Si obtuvo una oreja del codicioso sexto de El Olivar, al que recibió finamente a la verónica entre aplausos. Inició faena pegado a tablas llevando de largo con doblones y muletazos rodilla las fijas embestidas del repetidor burel. Las series de derechazos fueron las más logradas de la tarde ante un buen ejemplar. Intentó con la izquierda sin lucimiento cayendo en un pozo del que no pudo salir. No pudo cortar las orejas a un toro que era de dos. Así se lo hicieron saber algunos cuando cogió el estoque. Dejó una espada trasera con la que le concedieron un trofeo.

domingo, 12 de noviembre de 2017

AGENCIA EFE : FERNANDO ROCA REY CORTA MERITORIA OREJA EN ACHO

Fernando Roca Rey recibe al primero a porta gayola. Buscó el triunfo durante toda la corrida.
La mejor tarde  que lo hemos visto en Acho. 
Agencia EFE 
Corresponsal  Jaime de Rivero 

(Lima, PERU) Fernando Roca Rey ha sido el triunfador de la segunda corrida de la Feria del Señor de los Milagros al cortar una meritoria al cuarto de la tarde. Juan del Álamo también cortó trofeo, mientras que Joselito Adame poco pudo hacer con el peor lote.

Fernando Roca Rey ha tenido una importante actuación en Acho, tras unos años de ausencia. Estuvo decidido  con el capote, lucido con las banderillas y dominador con la muleta, siempre por encima de las condiciones de sus toros. Al primero de La Viña, lo recibió a porta gayola, destacando con un ceñido quite por chicuelinas que levantó a los tendidos. Colocó tres pares de banderillas arriba, recibiendo nuevas ovaciones. La faena la inició en los medios con el cambiado por la espalda, ligado con el de pecho.  El toro, tardo, soso y reservón, acudía sin convicción por lo que los muletazos fueron de uno por uno por ambos pitones. Mató de una estocada arriba bien dirigida que lo hizo doblar.

Al cuarto de El Olivar, Roca Rey lo fijó y dominó a la verónica demostrando mucha seguridad con el capote. El quite fue por lopecinas muy ovacionadas. Volvió a destacar con las banderillas, la última citando de rodillas para luego clavar en todo lo alto. El toro, tardo y reservón, impidió el lucimiento en las primeras series que fueron de estudio. Poco a poco lo pudo meter en muleta hasta bajarle la mano.  De rodillas cuajó la serie más aclamada de muletazos por bajo, para continuar toreando por naturales. Bernardinas y arrucinas fueron el preludio de una estocada con la que cortó una oreja merecida.

Joselito Adame tuvo el lote menos propicio. Al segundo de El Olivar que mete la cabeza con clase lo recibió a la verónica, con ocho lances y la media que hicieron presagiar lo mejor. Le pegaron mucho en el caballo y el toro llegó a la muleta con poca fuerza y sin recorrido, truncando el empeño del diestro mexicano.  Lo despachó de dos pinchazos y una estocada. El quinto de La Viña cortaba el viaje y reponía por ambos pitones, haciendo difícil ligar dos muletazos. Acabó con él sin más trámite.     
Poco pudo hacer Juan del Álamo con el tercero de La Viña, que era soso,y reservón. Si obtuvo una oreja al codicioso sexto de El Olivar, al que recibió finamente a la verónica entre aplausos. Inició faena pegado a tablas llevando de largo con doblones y muletazos rodilla en tierra, a un toro fijo y repetidor. Las series de derechazos iniciales fueron lo mejor de la tarde. La faena bajó de intensidad cuando cogió la izquierda y de ahi vino el declive, ante un buen ejemplar que pedía más  sin que el torero supiera como dárselo. Faena de mas a menos. Manoletinas finales precedieron a una estocada trasera, de rápido efecto, que le permitió cortar una oreja.

FICHA: Plaza de Acho. Con dos tercios de plaza, se lidiaron 3 toros de La Viña (1° 3° y 5°) y 3 de El Olivar (2°4° y 6°), bien presentados, nobles pero bajos de raza, destacando el sexto por su movilidad, repetición y fijeza. Fernando Roca Rey (ovación desde el tercio y oreja), Joselito Adame (silencio y silencio) y Juan del Alamo (silencio y oreja) 


jueves, 9 de noviembre de 2017

Revista CARETAS: "GALDOS TRIUNFADOR SORPRESA" EN ACHO" Escribe JAIME DE RIVERO

Importante triunfo de Galdos en Acho.
Perú tiene dos toreros de clase mundial
Joaquín Galdós cortó tres orejas y salió a hombros de Acho. Roca Rey cortó una oreja y Enrique Ponce no tuvo suerte con los toros de Daniel Ruiz.

Revista  CARETAS
Escribe Jaime de Rivero

Los taurinos vivimos una época privilegiada, tenemos dos espadas de categoría con mucho camino por delante. Andrés Roca Rey, la primera figura del toreo que da el Perú, y Joaquín Galdós que el domingo pasado demostró que posee capacidad y calidad para llegar a lo más alto de la torería. Supo lo que había que hacer y lo hizo con inteligencia y empaque ante la afición limeña que resucita sin olvidar esos silencios que le dieron fama de entendida.   

Corrida terciada de Daniel Ruiz, sin el trapío que corresponde a una plaza de primera categoría ni al alto precio de los billetes. Sus hechuras pequeñas, sin cuajo ni morrillo, condicionaron la suerte de varas que fue de mero trámite. El juego de los toros fue desigual, funcionaron por su movilidad, repetición y nobleza, pero no tuvieron clase, que sólo es posible si humillan, y la corrida no humilló. Los toros eran chicos y así los adquirió la empresa, que borra con una mano lo bueno que hace con la otra.  Y la autoridad ...inerte.

Galdós lució su gran calidad durante toda la tarde, teniendo en el temple a su mayor aliado. Al tercero, supo llevarlo a media altura en los lances iniciales, sin contradecirle para poder someterlo. Así pudo, al final, bajarle la mano por el pitón izquierdo que era el más generoso.  La clave fue el temple, empleado a la distancia precisa para que el toro no pierda interés en la acometida. Cortó una oreja con una estocada desprendida. El juez le negó el segundo premio que merecía y que la plaza pedía.

Al sexto lo recibió a porta gayola, para luego fijarlo a la verónica, consiguiendo los lances más finos de la jornada. Decidido a ser el único espada a hombros, se lució con muletazos de tanteo con la rodilla en tierra para continuar con derechazos suaves y templados, dándole tiempo y distancia entre cada serie para no atosigarlo.  Nuevamente, el temple jugó un papel protagónico en su quehacer. Con circulares y otros adornos llenos de sabor y empaque conquistó definitivamente a los tendidos, rematando con pases a pies juntos que son sello distintivo de su joven tauromaquia. Con una estocada en lo alto y hasta la bola, cortó las dos orejas con las que abrió la puerta grande.  Con ganado serio el triunfo habría sido incuestionable.

Roca Rey llevó a su aire al corrido en segundo lugar, que también fue protestado de salida, dejándolo ir y venir sin contrariarlo. En su trasteó primó el lucimiento sobre el poder, calando en el graderío rápidamente.  Aprovechó la prontitud del astado y el buen pitón derecho, pero no terminó de redondear la faena. Una estocada desprendida de rápido efecto, le permitió cortar una oreja generosa pedida y aclamada por el respetable.  
Roca Rey tenía el triunfo con el quinto, al que toreó aprovechando la movilidad inicial, marcando las distancias para luego meterse entre los pitones y delinear muletazos de buena factura ante un público entregado. Por derecho fueron las mejores series, cosechadas entre gritos y marineras. Pinchó dos veces y perdió el trofeo.

Enrique Ponce enfrentó al peor lote. Brilló con el que abrió plaza, un toro  débil y remiso, que acudía sin humillar. El Torero de Lima supo comprender las embestidas y manejar los tiempos para convencerlo de repetir, logrando series por el derecho que encendieron los tendidos. Inventó una faena a un toro que no ofrecía nada.  Mató de media estocada en lo alto, pero el público no supo reconocer con sus pañuelos todo el esfuerzo empleado. Faena para conocedores. El cuarto era muy débil de remos, haciendo intrascendente todo cuanto intentó.

La autoridad y el público deberían recordar que la colocación de la espada también importa para la concesión de premios. Hoy en día, un espadazo defectuoso no se veta si el animal cae rápido y hasta se exigen orejas. Y no se piden con media estocada en el sitio. El mundo al revés. A ello, se suma el desconocimiento de la autoridad, que no es capaz de corregir los yerros del público.

Este triunfo es muy propicio para Joaquín Galdós, que necesita sumar todo lo posible para sobresalir en España y acceder a mejores plazas y carteles. Por ahora, es el primer y único candidato al Escapulario de Oro, pero queda mucha tela por cortar en las cuatro corridas restantes, donde también actuarán figuras como Manzanares, Castella y, por segunda vez, Roca Rey.

domingo, 5 de noviembre de 2017

AGENCIA EFE: JOAQUIN GALDOS TRIUNFA EN ACHO Escribe JAIME DE RIVERO


Cortó tres orejas a los toros de Daniel Ruiz y salió a hombros.  

Agencia Española EFE

Escribe Jaime de Rivero

(Lima) Joaquín Galdós ha sido el triunfador de la primera corrida de toros de la Feria del Señor de los Milagros, al cortar tres orejas y salir a hombros de la plaza de Acho, ante un encierro terciado de Daniel Ruiz, mal presentado, justo de fuerzas y de juego variado. Andrés Roca Rey cortó una oreja del segundo mientras que Enrique Ponce se fue de vació al enfrentar el peor lote.

Joaquín Galdos lució la calidad de su toreo durante toda la tarde, teniendo en el temple a su mayor aliado. Al tercero, que tenía el defecto de no humillar, supo llevarlo a media altura en los lances iniciales, para luego bajarle la mano y torearlo con lentitud por el pitón izquierdo que era el más viable y generoso. La clave de la faena fue el temple, empleado a la distancia precisa para que el toro nunca le toque la muleta ni pierda el celo por coger. Faena corta y precisa que rubricó con una estocada entera, desprendida, pero de rápido efecto. Cortó una oreja y el juez le negó la segunda que merecía por su buena labor.

Al sexto, el mejor del encierro, lo recibió a porta gayola, para luego fijarlo a la verónica en los que fueron los lances más finos de la tarde. Galdós lució con muletazos de tanteo con la rodilla en tierra para luego llevarlo templado por derechazos, dándole tiempo y distancia entre cada serie para no agobiarlo. Con circulares y otros adornos, conquistó a los tendidos, rematando con pases a pies juntos que ya son sello distintivo de su joven tauromaquia. La profundidad de su toreo hizo vibrar de emoción a la plaza que rápidamente volcó con él. Con una estocada en lo alto y hasta la bola, cortó a ley las dos orejas que le permitieron abrir la puerta grande de Acho.  

Roca Rey recibió una oreja del segundo, que también fue protestado de salida, al que supo dejar a su aire para no contrariarlo. Faena en que primó el lucimiento sobre el poder, pero que caló en el graderío rápidamente. Aprovechó la prontitud del astado y el buen pitón derecho. Mató de una estocada caída pero de rápido efecto, consiguiendo una oreja que el público pidió con insistencia. 

Roca Rey tenía el triunfo con el quinto, al que toreó aprovechando la movilidad inicial, con muletazos a distancia para luego meterse entre los pitones para sacar muletazos de buena factura ante un público entregado. Pinchó dos veces y perdió los trofeos.

Enrique Ponce brilló con el que abrió plaza, un toro  débil y protestón, que acudía sin humillar. El valenciano supo comprender las embestidas y manejar los tiempos para convencerlo de repetir, logrando buenas series por el pitón derecho que encendieron los tendidos. Inventó una faena a un toro que no ofrecía nada gracias a una lidia ejemplar. Mató de media estocada en todo lo alto, pero el público, muy frío, no supo corresponder a su labor, precisando que media estocada no es demérito siempre que esté bien dirigida. El cuarto era muy débil de remos. Rodó varias veces haciendo intrascendente todo cuanto intentó.  

jueves, 2 de noviembre de 2017

CARETAS: ARRANCAN LOS TOROS. CARTEL CUMBRE EN ACHO


Ponce viene por su sexto Escapulario
Enrique Ponce y Roca Rey, triunfadores de la temporada española, se enfrentan este domingo en Acho, alternando con Joaquín Galdos y toros Daniel Ruiz.

REVISTA CARETAS   (artículo completo)
Escribe JAIME DE RIVERO

El domingo pasado comenzó la Feria del Señor de los Milagros con una insípida novillada que, a la postre, sólo sirvió para calentar el ambiente para las corridas que se vienen. La de este domingo es la más rematada de esta variada e interesante feria, que combina figuras con toreros en ascenso, esos que ponen todo en el asador para colocarse en los primero puestos.  

La jerarquía de Enrique Ponce ya alcanza dimensiones siderales en sus más de 30 años en la profesión, 28 de los cuales los ha pasado en la cima del toreo, venciendo a todos los que han aparecido. Caso único y excepcional en la historia, pues nadie ha logrado ni la mitad de lo conseguido por este prodigio valenciano que no deja de sorprendernos, siempre dando pelea al pie del cañón. Ponce ha sido el gran triunfador de la temporada española, mostrando un toreo rejuvenecido e innovador, en el que arriesga más, ajustándose a los toros y poniéndose de rodillas tanto de capote como de muleta.   

En Acho Ponce es local. Es Torero de Lima, el más importante y querido después de Manzanares padre como se corrobora tarde a tarde, con la ovación inmensa que se le brinda espontáneamente antes del primer toro. Nada es de regalo. Las faenas lidiadoras de Ponce en Lima son leyenda pura que se acrecienta con el tiempo. Entre las más notables están la del 91 al toro de Capiro de Sonsón; las de dos orejas a la corrida de Xajay (1995); la del rabo de Halcón de Parladé en el 2000; la del manso Artista de Bernaldo de Quirós (2007) y las de triunfo grande con los astados de Robeto Puga, sobresaliendo las faenas a Rociero (2008) y a Furtivo (2014), esta última a mi juicio la más completa de todas por la madurez de maestro consumado y que bien le valió el quinto Escapulario de Oro.

Sus cifras en Acho también son inalcanzables y, recalco, ante distintas ganaderías españolas, colombianas, mexicanas y peruanas. Es quien más escapularios ha ganado, 5; quien más veces ha abierto la puerta grande, 11; quien más ferias ha toreado, 17; quien más ferias consecutivas ha toreado, 10; quien por mayor tiempo ha actuado, 26 años; y, durante dos décadas, entre 1993 y 2012, no hubo tarde en que no haya cortado trofeo. No creo equivocarme al afirmar que es el diestro que más le ha podido a los toros en los ya casi 252 años de Acho, con el mérito excepcional de no haber recibido ni una sola bronca.

A Roca Rey lo parieron en Acho, si eso no dice su partida de nacimiento, hay que rectificarla y de oficio. Bebió del manantial taurino desde la cuna y creció entre alamares y caireles siguiéndole los pasos a su hermano Fernando. Andrés tiene la cabeza diseñada y formateada para torear y vaya que lo ha hecho esta temporada en la que ha terminado en segundo lugar del escalafón mayor, que clasifica a los toreros por número de actuaciones. Pero lo más relevante son las 19 orejas en 20 corridas en plazas de primera categoría, porque allí el toro es más serio y el público más exigente.
Roca Rey viene por un tercer Escapulario
El torero del barrio de San Antonio ha ascendido a la cúspide con una velocidad insólita, convirtiéndose en figura del toreo, la primera que da el Perú en cinco siglos de tradición taurina. Figura por derecho propio y quien lo dude está en su nube. Con dos años de alternativa, sigue siendo novedad, es quien llena plazas y cobra más. Figura.

El toreo de Roca Rey ha ganado en prudencia y cordura. No deja pararse en donde cogen los toros pero ahora con mayor consciencia y responsabilidad, arriesga pero sin la temeridad que mostraba desde que comenzó, haciendo más evidente que la cabeza le funciona con claridad.  Andrés es de los toreros que -como Ponce- no se guardan nada y porfían hasta el final, por eso puede tener tardes buenas o malas, mejor o peor suerte, pero jamás defrauda. Ha ganado el Escapulario de Oro en los dos últimos años y puede convertirse en el único que lo haya hecho tres veces consecutivas.

Joaquín Galdós también ha tenido una temporada importante en España y Francia, no ha podido entrar al circuito de las grandes ferias, pero está dando la batalla para ascender a una mejor posición. Necesita un triunfo sonado, dar ese gran paso que su fino toreo merece y que como la mayoría de lo bueno,  requiere más tiempo de maduración.      

Los toros tienen garantía de fábrica. Pertenecen al hierro albacetense Daniel Ruiz, encaste Domecq vía Jandilla, y son reconocidos por su juego y bravura. Lidian en las principales plazas españolas. En recompensa a los buenos resultados, Daniel Ruiz se anuncia por segunda vez en Acho, quedando en el recuerdo el bravo Travieso, estoqueado por Alberto López Simón, que fue premiado con el Escapulario de Plata del 2015.