jueves, 4 de diciembre de 2014

REVISTA CARETAS "FERIA EN ALZA" RESUMEN DE LA FERIA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS. Escribe: JAIME DE RIVERO


FERIA EN ALZA
Corridas feriales con saldo positivo. Hubo toreros, faltó bravura

Escribe Jaime de Rivero

Atendiendo al poco tiempo que hubo para montar la feria, sólo cuatro meses, los resultados son favorables. Citotusa revirtió el panorama desolador de los últimos años, logrando que el aficionado vuelva a ilusionarse con su plaza y su feria. Ofreció buenos carteles y restauró Acho, que lució hermosa, decorada y ordenada. Nuevamente, dio gusto ir a los toros. Todavía hay cosas por hacer como cambiar el piso del atrio de sombra, restaurar los techos y maderas, entre otros.

A pesar del arrendamiento leonino, la empresa redujo el precio hasta en 27% los abonos y en 35% las entradas sueltas. Los abonados aumentaron en 10% y hubo más asistencia que en el 2013. Se innovó con novilladas los sábados y corridas los domingos, lo que debería arroparse con otras actividades para que sea más atractivo.

Con la nueva empresa, desapareció la reventa masiva de entradas, quedando sólo los especuladores propios de cualquier evento. Se respetó al abonado y no se remataron localidades con descuentos desleales. En resumen, Citotusa hizo una gestión seria y formal, que es punto de partida para recuperar la categoría de la feria.

El punto débil ha sido los toros, específicamente, la falta de bravura que empañó casi todos los festejos. Aún así, el público no se sintió defraudado por cuatro razones: (i) los toros tuvieron edad, (ii) cumplieron en presentación, excepto los de Salento, (iii) la pizarra indicó el peso real y (iv) hubo toreros como Ferrera, Abellán, Fandiño, El Fandi o Adame, que con responsabilidad intentaron reflotar tardes para el olvido.

Las cuatro ganaderías colombianas decepcionaron por mansas y descastadas. De 25 toros, sólo sirvieron 3 o 4. Salento y Las Ventas del Espíritu fueron petardos descomunales. Se dejaron un poco más, pero en la misma tónica, los de Caicedo y Achury Viejo. De esta última, sólo sirvió uno encastado que tenía movilidad y transmisión.

La corrida de Roberto Puga embistió con calidad y bravura. Los ejemplares fueron aplaudidos en el arrastre, a pesar de que se picaron poco que fue el demérito que tuvieron. Les cortaron cuatro orejas y dos toreros salieron a hombros. El Escapulario de Plata fue para “Laureado” que fue picado por el matador Alfonso de Lima y dio larga faena, a pesar de llevar la puya rota envasada en el morrillo. Los de Santa Rosa de Lima fueron impredecibles, siendo más complicados los de mayor edad.

Dos faenas compitieron por el Escapulario. La lección magistral de lidia, dominio y estética de Enrique Ponce que le valieron las orejas de “Furtivo” de Roberto Puga, respaldada por la euforia de 9,000 almas en la tercera de abono, la tarde de mayor asistencia. Y la vibrante, buena y valiente de Joselito Adame ante “Medianoche” de Achury Viejo, que salvó la mala corrida de cierre. El Jurado declaró a Enrique Ponce como ganador del trofeo, con el que suma cinco escapularios oficiales, imponiendo otra marca en Acho, en acertada decisión pues su faena fue superior a la de Adame, en todos los aspectos por los que se quieran evaluar.

Sebastián Castella regresó más asentado a Acho y brindó dos faenas premiadas con oreja, mientras que Miguel Abellán también mostró su clase y torería, saliendo a hombros. Fandiño cortó una merecidísima oreja haciendo todo ante un huidizo de Salento. Finito de Córdoba dejó mucho arte en lo poco que le permitieron.

Quedaron prácticamente inéditos: Padilla, Perera, Talavante, Luque y del Álamo. Alfonso de Lima y Fernando Roca Rey superaron las expectativas, el primero pudo cortar una oreja.

Los novilleros Joaquín Galdos y Andrés Roca Rey mostraron su calidad, en distintos estilos. Les espera un largo camino pero poseen los atributos para consolidarse en España. Los tres novilleros españoles supieron resolver la complicada novillada de Santa Rosa.

La autoridad tuvo unas de cal y otras de arena. Estuvo acertada en la concesión de orejas, pero se equivocó en el cambio de un toro las Ventas, en el reconocimiento de pitones, entre otros. Se hace necesario capacitar a la autoridad para que no repita los mismos errores, esto debería ser labor de las peñas taurinas.