viernes, 14 de noviembre de 2025

Revista CARETAS: "UNA FERIA DE ALTURA" ANALISIS Y BALANCE DE ACHO 2025 Escribe JAIME DE RIVERO

UNA FERIA DE ALTURA

Acho impecable, tendidos llenos de abonados, dos cartelazos con toros españoles y cuatro puertas grandes son parte de los resultados de una buena feria.

 

Escribe JAIME DE RIVERO


El aficionado quiere volver, el público nuevo también. Esta frase resume de forma concisa lo que fue la 78° Feria del Señor de los Milagros. Como en todo negocio, el cliente responde cuando a cambio de su dinero recibe un producto o servicio de calidad. Este ABC de los negocios fue aplicado por la empresa y arrojó un saldo excepcional con los tendidos llenos y todos con ganas de regresar a la plaza. 

EL GANADO LIDIADO

Fueron tres corridas españolas, una se completó con un Paiján, y una nacional de San Pedro y Salamanca. Todas con la edad, las dos primeras bien presentadas según el toro lidiado historicamente en Acho, salvo los pitones de los de Montalvo con signos de manipulación. Los otros dos encierros cumplieron en presentación, desiguales y algunos animales con las justas. Fueron protestados de salida cinco toros, dos por mansos que fueron reemplazados. 

La empresa compró tarde los toros, algunos de Núñez del Cuvillo eran bajos y de menores hechuras, tres fueron protestados en la tercera corrida y dos en la cuarta. Acusaron su estadía en los corrales y la perturbación de las visitas por varios meses. Conviene traerlos pocos días antes de cada corrida.

En cuanto al juego, de los 24 toros estoqueados, embistieron 18 equivalente al 75%, esos fueron tres de San Pedro, dos de Salamanca, cinco de Montalvo, seis de Núñez del Cuvillo, uno Domingo Hernández y otro de Paiján, este último salió de reemplazo y ganó el escapulario de plata.  

Se les cortaron un total de 12 orejas que pudieron ser al menos cinco más de no fallarse con el estoque. Jesús Colombo, Joaquín Galdós, Fernando Adrián, Sebastián Castella y Roca Rey salieron a hombros, y la puerta grande se abrió en las cuatro corridas de toros.

Las dos novilladas tampoco fueron chicas, estuvieron bien presentadas sobre todo la de Campo Nuevo de Rafael Puga, que resultó más exigente y enrazada que la de San José del Monte, mansa y noblota a pesar de provenir de vacas españolas.

LOS TOREROS

Sebastián Castella hizo la mejor faena con Saleroso de Paiján, toro encastado con mucha fijeza, movilidad y trasmisión, con una embestida áspera y violenta. Cortó dos orejas.

Roca Rey se mostró más sólido que nunca, saldó la encerrona con tres orejas, que pudieron ser más, en una tarde histórica que concitó la atención de la prensa taurina mundial.

Jesús Colombo salió a hombros en la primera tarde, se lució en las banderillas y dio dos lecciones de lidiar a los toros -y en esto la diferencia fue nítida respecto de sus alternantes-, cortándole una oreja a cada uno.

Vimos al Joaquín Galdós que más nos gusta, solvente y dominador en dos facetas indispensables. La de artista con su primero y la de lidiador con el segundo.

Fernando Adrián, que cortó tres orejas, y David de Miranda dejaron muy buena impresión, reúnen técnica y valor, además se arriman como pocos. Alejandro Talavante logró una faena inteligente con naturales de gran factura, pero falló con la espada.

Morenito de Aranda brindó una faena para el recuerdo a un San Pedro, con gusto y profundidad que malogró con la espada, perdiendo las orejas. No estuvo acertado con el segundo de su lote, al que no supo descifrar.

Alfonso de Lima y David Galván no dejaron nada para el recuerdo.

De las novilladas, al igual que el año anterior, destacó nítidamente Pedro Luis por su mayor bagaje y capacidad de resolver.  Tomás Bastos también dejó en claro que está placeado y tiene condiciones de lidiador.

LOS PREMIOS

Los premios oficiales fueron bien otorgados. Castella obtuvo el Escapulario de Oro, fue quien realizó la mejor faena con el bravo “Saleroso” de Paiján, que recibió el Escapulario de Plata.

La Puntilla de Plata de la Peña El Puntillazo, el premio más valorado entre los toreros después de los oficiales, fue para Roca Rey por la lidia de “Madrilito” de Núñez del Cuvillo, corrido en cuarto lugar en la última de feria. Este galardón que se entrega desde 1989, se otorga al matador de toros que realiza la mejor lidia dependiendo de las condiciones del toro, no a la mejor faena.

LA AUTORIDAD

Bien en líneas generales, sin embargo, hubo hasta tres presidentes en seis festejos, cuando para uniformizar criterios debería ser uno solo. A lo ya dicho sobre la presentación del ganado, aguantó bien algunas orejas indebidas, pero también entregó un par que no correspondían, perjudicando a Galdós.  

EL PÚBLICO

En la plaza tuvo un comportamiento correcto, a pesar de que muchos eran neófitos. La educación y los silencios de Acho se mantuvieron; no hubo orejitis ni tampoco el chauvinismo que algunos temían. Protestó lo justo y no se dejó avasallar por los pocos que fueron con la consigna de gritar novillo a todo lo que salga por chiqueros.

El público en las redes: un desastre. Salvo algunos pocos, abundan comentarios errados y absurdos que denotan pobre conocimiento taurino. Aquí hay indocumentados de toda clase, aficionados, los que ni van a la plaza y hasta los que van yendo 50 años, pero no tienen un pase. No sabemos qué es lo que leen, o de qué se alimentan, pero lo están haciendo mal porque hoy abundan fuentes de todo tipo para ser un buen aficionado, y no las están utilizando.

LA EMPRESA

Valiéndose del buen resultado del 2024, ofreció un ciclo más atractivo y de trascendencia internacional con la encerrona de Roca Rey, obteniendo un éxito inverosímil. Logró duplicar los abonados, elevándolos de 4,500, que ya era un número alto, a 9,000, con dos tardes de no hay billetes. Un hito histórico pues, el lleno de la última corrida no se daba -me parece-, desde la despedida del querido Antonio José Galán en 1990.

La empresa también hizo mejoras en el edificio. Habilitó un acceso privado para los toreros y una puerta llamada Rafael Puga Castro, remodeló los palcos y el acceso a la enfermería, creo un área social sobre los chiqueros, entre otros. Acho lució esplendida como no ocurría en décadas.

Producciones La Esperanza deja una plaza impecable, la feria con reputación internacional, 9,000 abonados y, sobre todo, las ganas de regresar a Acho.


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