"FRANCIA PROTEGE CORRIDAS DE TOROS"
Escribe Jaime de Rivero
Publicado diario "El Comercio", 1° de octubre de 2012.
Hace pocos días, el
Tribunal Constitucional de Francia ratificó la legalidad de las corridas de
toros que se celebran en cuatro regiones del sur de ese país, desde hace casi
200 años. El Tribunal declaró que es constitucional la
excepción a la ley penal sobre maltrato animal, que permite las corridas de
toros y peleas de gallos en las localidades donde su práctica es continua.
El Tribunal rechazó, una
vez más, los intentos de grupos animalistas que pretenden prohibir la
tauromaquia, atropellando los derechos culturales de un colectivo taurino cercano
a seis millones de personas y que representa el 10% de la población francesa.
La sentencia reafirma que impedir las prácticas tradicionales, como
las corridas de toros, “afectan un derecho garantizado por la Constitución”. Efectivamente, el derecho humano a la cultura recogido en la
Constitución Francesa –como en la peruana- garantiza la libertad de elección,
acceso y práctica de las expresiones y costumbres ancestrales. Los derechos
culturales también están reconocidos en la Declaración Universal de Derechos Humanos
de 1948 y varios tratados internacionales.
El fallo concuerda
con los principios de la UNESCO y se ajusta a la corriente mundial de lucha por
la protección de las culturas minoritarias, que como la taurina, se encuentran
amenazadas por la globalización.
La propuesta
antitaurina es anacrónica, porque pretende eliminar una cultura que no
comprende, discriminándola como “barbara”. En tal sentido, Francia ha dado un
ejemplo admirable a la humanidad, en tiempos en los que la intolerancia rebrota
a través del racismo, xenofobia y otras formas de discriminación.
La histórica sentencia
ha sido emitida no obstante que el 58% de franceses no estaría de acuerdo con las
corridas de toros, según algunas encuestas. Pero lo más destacable es que el 42%
de la población está a favor de que se conserve esta tradición, aún cuando sólo
el 10% la práctica. Esto significa que un 32% aceptaría su continuidad a pesar
de que no se identifica con ella, mostrando un grado elevado de tolerancia a la
diversidad cultural.
Las encuestas no
deben alterar la ley. Los derechos culturales surgieron para proteger a las
culturas minoritarias que se encuentran amenazas por otra dominante. Es
precisamente por ello que su supervivencia no puede someterse a una votación ni
a un referéndum, pues estos servirían para legitimar el abuso de la mayoría. Por
ello mismo, no procede la consulta popular en materia de derechos culturales y
el artículo 32° de nuestra Constitución, impide el referéndum cuando un
proyecto restringe o disminuye derechos humanos.
PROGRESO CON TOROS
Francia es una
potencia mundial, con un alto grado educativo y cultural, y un reducido índice
de violencia según el Center for Peace
and Conflict Studies de la Universidad de Sidney. La vigencia de la Francia
taurina desvirtúa la falsa tesis que pretende asociar las corridas de toros con
sociedades violentas y subdesarrolladas.
REPERCUSION EN PERU
La protección de los
derechos culturales en la referida sentencia, es la luz que debe guiar a
nuestros legisladores cuando tengan que evaluar proyectos similares para abolir
la tauromaquia.
La Constitución peruana
ampara los mismos derechos invocados por el tribunal francés. Además, varios
tratados internacionales obligan al Estado a preservar la diversidad cultural, al
igual que lo ordena expresamente el artículo 17° de nuestra Constitución.
A diferencia de
Francia, las corridas de toros se celebran en casi todo el territorio peruano y
por eso, son respaldadas por cerca de 9 millones de personas que tienen el
mismo derecho de conservar su identidad cultural.
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