EN LIMA, DAVID GALVAN DOS OREJAS Y A HOMBROS EN LA PRIMERA DE FERIA
Corresponsal Jaime de Rivero
El festejo inaugural de la 77°
edición de la Feria del Señor de los Milagros ha tenido como triunfador a David
Galván que cortó dos orejas al corrido en quinto lugar, en una tarde
entretenida en la que los toros de San Pedro y Salamanca no dieron facilidades de
juego y en la que los tres toreros estuvieron dispuestos a todo para salir a
hombros de la plaza de Acho.
David Galván confirmó la alternativa
con “Belmontino” de San Pedro, abanto de salida que fue complicándose durante
la lidia. Mal picado, recibió un puyazo trasero que le mermó facultades y
agravó defectos. Tardo y sin clase en la muleta, había que citarlo en cercanías
y llevarlo muy empampado para que no pierda el viaje ni se revuelva a medio
muletazo, sobre todo por el derecho. Cuando Galván así lo plasmó, logró
completar series en las que destacó el poder sobre la elegancia. El animal fue
perdiendo facultades hasta terminar descompuesto y complicado. Culminó de dos
pinchazos, estocada baja y descabellos, el último entre protestas.
Con el 5°, el español estuvo
inspirado y artista, aprovechando las lentas embestidas del jabonero sucio de
San Pedro, tan noble como escaso de fuerzas. Los muletazos fueron suaves, desmayados
y reposados logrados sobre el andar cansino del único animal de la corrida que
se dejó. Toreó con mucho sentimiento personal en cada uno de los pases, ejecutados
de uno en uno por ambos pitones, sin ligazón, por las condiciones del astado
que no repetía. Así, logró los muletazos
más finos y emotivos de la jornada, pero sin redondear faena mayor por la poca
trasmisión del burel. Se le otorgó una
oreja, y por presión de la plaza, otra que le permitió abrir la puerta grande.
Juan Carlos Cubas tuvo una actuación
digna y valiente. El 2° de San Pedro, abanto, débil, mirón y peligroso, no
humilló ni al momento de la muerte. Siempre estuvo pendiente del espada, que
debía rectificar y cruzarse en el cite para no ser cogido. Inició bien la
faena, pero no pudo continuar con series estructuradas porque el animal, o se
quedaba cortó, o perdía las manos. En uno descuido se cuela y lo desarma,
salvándose de la cornada. Porfió con valor y entrega hasta lograr al final, la
mejor tanda con la tela. Mató de una estocada caída y tendida.
El inicio de faena de Cubas, al 4º
de San Pedro fue de enorme emoción, con muletazos de rodillas largos y
templados por abajo que hicieron rugir a toda la plaza. Una serie tan larga
como exigente que a la postre resultó letal para un toro débil al que había
cuidado en los tercios anteriores. Y
así, en la segunda serie, el sanpedro se vino abajo. En gesto de honradez, insistió
en torearlo mientras desarrollaba mayor sentido y peligro. No hubo más por
hacer. Tras pinchar, lo despachó como pudo para que no se complique más.
Colombo recibió al 3° de San
Pedro, con largas cambiadas de rodillas y chicuelinas que remató en los medios,
aprovechando la mayor franqueza y acometividad de su adversario. Se lució con las banderillas mostrando pleno dominio
de los terrenos, con pares al cuarteo, a la moviola y al violín, todos entre
aplausos del público. Inició en los
medios alternando cambiados con pases por alto, hasta que en un descuido el
toro se le cuela y lo coge aparatosamente. Con oficio supo mandar en las
series, tocándolo a medio viaje para que continúe hasta completar el muletazo. Enfrentó
toda clase de embestidas de un ejemplar incierto y sin clase, que fue
complicándose en el devenir de la lidia y que, al menor descuido, podía hacer por
el torero, que estuvo por encima en todo momento. Concluyó con una gran
estocada en el sitio, recibiendo una oreja de peso.
El que cerró plaza fue un
jabonero de Salamanca, que solo pudo ser fijado en el caballo, al que recargó en
el mejor puyazo de la tarde. Salió de la pica suelto y con la cara alta, por lo
que, con inteligencia, el venezolano quitó por Zapopinas o también llamadas
lopecinas, que se ejecutan con los vuelos del capote y en el que no se le exige
por abajo al animal. Brilló nuevamente con los palos valiéndose de la prontitud
y el galope de su oponente, aunque siempre con la cabeza alta. Defecto que mantuvo en el tercio final, en el
que rápidamente adquirió sentido por ambos pitones, haciendo imposible
torearlo. Se llevó un fuerte golpe al entrar a matar, dejando media estocada
que fue suficiente.
Ficha: Plaza de Acho. 1° Corrida
de abono. Tres cuartos de plaza. Se lidiaron 5 toros de San Pedro (1°-5°) y 1 de
Salamanca (6°), cumplieron en presentación, complicados y justos de
fuerza. Juan Carlos Cubas (silencio y silencio),
David Galván, confirmó alternativa (pitos y 2 orejas) y Jesús Enrique Colombo
(1 oreja y ovación).
Crónica justa y equilibrada, la terna cumplió en su conjunto, mal ganado fuera de los conceptos de bravura que hoy se busca.
ResponderEliminar