viernes, 11 de noviembre de 2022

APLAUSOS -- HISTORIA DE DOS PRODIGIOS QUE SE INICIO EN ACHO. Escribe JAIME DE RIVERO

 


Escribe JAIME DE RIVERO

El domingo 13 de noviembre, Andrés Roca Rey reaparecerá en Acho, la primera plaza que pisó y que durante los últimos dos años no celebró corridas por causa de la pandemia. Compartirá cartel con El Juli y el mexicano Arturo Gilio, que tomará la alternativa, en la lidia de los tres toros sobrevivientes de la corrida del Puerto de San Lorenzo y la Ventana del Puerto, y tres del hierro de San Pedro.

La expectativa por el festejo está desbordada en la capital peruana, al igual que en España, cada vez que torea Roca Rey, el papel se esfuma y los tendidos explotan. Esta vez, el diestro del barrio de San Antonio, se presenta después de una temporada rotunda, como gran figura indiscutible, coronada con triunfos resonantes en las plazas de Madrid, Bilbao, Pamplona y muchas otras.

En Lima ya hay historia escrita. Julián y Andrés compitieron en el histórico mano a mano que abrió la feria del 2016, cuando la plaza cumplió la nimiedad de 250 años. Aquella vez, Roca salió victorioso con los Garcigrande y Domingo Hernández, que, sumado a otro triunfo memorable en la última de abono, le permitió conquistar su segundo Escapulario de Oro del Señor de los Milagros.  Ya acumula tres de estos galardones en su finca sevillana, con la singularidad de ser el único que los ha obtenido consecutivamente, del 2015 al 2017. Por su lado, El Juli suma dos escapularios, el primero en 1998, cuando Andrés recién aprendía a caminar. 

En la edición del 2018, los dos toreros se anunciaron con Enrique Ponce, en una tarde en la que El Juli no salió por la puerta grande de Acho por marrar con la espada. Roca Rey si lo hizo, llevándose tres apéndices del encierro de Sánchez Arjona.  Y el próximo domingo será la tercera vez que se enfrenten en Lima.

Ahora, en lo personal, la relación se remonta a muchos años atrás. Desde muy niño Andrés ha sido ferviente admirador de El Juli, así siempre lo ha declarado. Me contaba su padre que después de la escuela, el entretenimiento favorito era ver videos de faenas memorables, principalmente, las del astro madrileño.

Con 10 años de edad, Juan Manuel Roca Rey, el tío empresario de Andrés, le presentó a El Juli en la puerta de cuadrillas de Acho, minutos antes de un paseíllo de feria. El respeto y solemnidad de El Andy -como por entonces se hacía llamar- quedaron registradas en una fotografía.

Tiempo después y con ocasión de un festival en la plaza de Mamacona, al sur de Lima, Roca Rey le brindaría un becerro a El Juli, que fue invitado para verlo torear, pues ya entonces le habían comentado de un pequeño prodigio que se perfilaba como torero de revolución y al que el maestro José Antonio Campuzano ya le había echado el ojo para lanzarlo como a Castella.  Curiosamente, en esos momentos, el apoderado de El Juli era nada menos que otro maestro, Roberto Domínguez, quién hoy dirige los intereses de Roca Rey.

El Juli y Andrés han declarado en diversos medios su respeto y admiración recíprocas. Hoy los dos son figuras indiscutibles, de las que marcan época. Este domingo, veremos nuevamente su rivalidad y competencia en el ruedo limeño.



 

3 comentarios:

  1. Excelente artículo como siempre, este domingo la plaza se llena para ver torear a Andrés Roca Rey.

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  2. Por lo que veo, lo escribiste después de conocer la tragedia, me apena que no dedicaras ni una línea a conentar el hecho, como si fueta lo más normal del mundo, embarcar u a corrida tres dias antes y que se mueran 5 toros, no será que estas siendo demasiaso condescendiente con esta empresa que nos ha embaucaso dese antes de poner a la venta,los abonos

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    1. La nota es sobre los toreros y su historia, no sobre el ganado. Embarcar una corrida tres días antes ha sido usual en Acho, hay dos formas de traerlos, o con muy poco tiempo o varias semanas antes. Sin defender a la empresa y solo usando sentido común elemental, si la empresa va a embaucar, no va a "matar" a los toros dentro del avión habiendo ya pagado el flete, que es costosisimo.... lo haría en el trayecto entre la finca y el aeropuerto en España. Y hacerlo, quemaría enormemente a los empresarios mexicanos en España, habría que ser medio medio como para pensar que eso ocurrió. Ya después de un año sabemos, que fue un error de la empresa, que los toros despertaron durante el viaje y que no hubo una persona suficientemente preparada para atenderlo. Ya hay que ser medio medio para pensar que todo lo que ocurre es porque la empresa quiere estafar, esa o la que actualmente está, .... si hemos tenido grandes estafadores, pero a esos ni con el pétalo de una rosa, esos criticones de la web.

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