lunes, 3 de noviembre de 2025

Revista APLAUSOS: "ROCA REY Y LIMA, UNA TARDE PARA EL RECUERDO" Escribe JAIME DE RIVERO

 


La figura peruana celebró diez años como matador de toros en Acho con éxito artístico y también en la taquilla: lleno de "No hay billetes"

Escribe Jaime de Rivero


Roca Rey y Lima vivieron este domingo una tarde de emociones. El ídolo y máxima figura celebraba en el bicentenario coso de Acho su primera década como matador de toros y lo hizo anunciándose frente a sus paisanos como único espada. Saldó el compromiso a hombros, tras una tarde llena de entrega y capacidad, en la que se impuso a las circunstancias. Los toros lidiados no cumplieron las enormes expectativas que había generado esta gesta, que afrontaba por primera vez en su carrera. Los astados cumplieron en presentación, dieron juego diverso primando la sosería y poca trasmisión, destacando por mayor bravura el de Núñez de Cuvillo corrido en segundo lugar. 

El que abrió plaza de Domingo Hernández, no colaboró en los primeros tercios, buscando la querencia de toriles. Se dio dos volteretas que lo mermaron. En la muleta se aplomó en la segunda serie, Andrés tiró de él para lograr muletazos despacio por abajo, pero sin mayor trasmisión.

El segundo fue un bravo ejemplar de Núñez del Cuvillo al que Roca Rey exprimió aprovechando que humillaba con recorrido. El quite fue por tafalleras y otros pases con el capote a la espalda. El inicio de faena fue de rodillas, clavado en los medios con cambiados por la espalda, continuando con las series de derechazos y el de pecho, a un toro que solo veía muleta.  Por naturales hizo lo propio, y un par de ellos fueron una auténtica estampa. Ya en cercanías, le bajó la muleta sacándole pases por abajo, incluyendo los circulares y adornos ajustados. Faena rotunda, un golpe de autoridad que no capitalizó como debía por culpa de la espada. Estocada arriba y dos descabellos le permitieron recibir la primera oreja de la tarde.

El tercero de Paiján fue un manso que siempre buscó las tablas. Los picadores lo dejaron crudo y el propio Andrés lo cuidó, incluso bregándolo durante el tercio de banderillas. El toro humillaba con calidad, pero traía poca fuerza y raza, terminó rajándose. Pinchazo y estocada. Palmas.

Le hizo una importante faena al cuarto, con el hierro de Núñez del Cuvillo, que protestaba, calamocheaba y cortaba sus embestidas.  Andrés lo cuidó y sobó para meterlo en la pelea. De a pocos, lo hizo embestir y repetir, dejándolo a su aire, pero también atacándolo cuando se quedaba corto.  Tras el toreo fundamental, optó por el de cercanías para así encajarle una serie completa por el pitón derecho, aprovechando la clase y embestida lenta que el animal ofrecía. Faena de lidia y poder que no pudo rubricar a plenitud con la espada. Dejó la estocada arriba, pero el toro tardó mucho en doblar, reduciendo todo a una oreja.

El quinto fue un colorado de Núñez del Cuvillo, que tardó en fijarse como sus hermanos. El inicio de faena de Roca Rey fue colosal, toreándolo de rodillas en los medios, llevándolo por abajo derechazos, incluso luciendo su dominio con una arrucina también de rodillas. Las tandas por el pitón derecho fueron ligadas y logradas. Una buena faena a un buen toro que colaboró. Pinchó arriba para luego dejar la espada envasada, recibiendo una oreja.   

Vulnerando el reglamento, la autoridad cambió al sexto  por soso, manso e huidizo, a pesar de que ya había tomado un capote. En reemplazo del Domingo Hernández, saltó un sobrero de Paiján sin respetar el orden de la pizarra, que como su hermano manseó varias veces durante la lidia, rehuyendo la pelea. Con la muleta, Roca Rey logró sacarle unas tandas relevantes, pero sin que el animal se entregue.  Silencio.

 

Lima (Perú), domingo 2 de noviembre de 2025. Toros de Núñez del Cuvillo (2º, 4º y 5º), Domingo Hernández (1º y 6º) y Paiján (3º y 6° bis), desiguales de presentación y hechuras. Roca Rey, como único espada, silencio, oreja, silencio, oreja, oreja y silencio. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento de Rafael de Paula. Después, el público obligó a Roca Rey a salir a saludar una calurosa ovación en el tercio.

domingo, 2 de noviembre de 2025

Revista APLAUSOS: "CASTELLA ABRE LA PUERTA GRANDE EN LIMA" Escribe JAIME DE RIVERO

 

El francés desorejó a un bravo sobrero de Paiján, en tarde que David de Miranda confirmó alternativa perdiendo el triunfo con la espada.

CORRESPONSAL : JAIME DE RIVERO

 

La tercera corrida de abono de la Feria del Señor de los Milagros ha tenido como triunfador a Sebastián Castella, que cortó las dos orejas al cuarto (bis) de la tarde, un bravo albahío con el hierro de Paiján, que reemplazó a uno de Domingo Hernández de escasa presencia , y al que se le dio la vuelta al ruedo.

Castella estuvo firme y valiente con el complicado cuvillo que salió en segundo lugar, que a mitad de las suertes cambiaba el viaje para ceñirse y derrotar con la cabeza alta. Anotó algunas series de calidad por ambos pitones hasta que el animal se paró.  Pinchazo y estocada arriba. Silencio

El triunfo llegó con el sobrero de Paijan, que reemplazó al Domingo Hernández devuelto por su escasa presencia.  El bravo ejemplar mostró sus cualidades desde las primeras acometidas, acudiendo con bravura al capote del galo.  

Tras empujar en el caballo y cumplir con las banderillas, el francés inició clavado en los medios con pases por alto y cambiados por la espalda a un toro que galopaba y de desplazaba. Las series del toreo fundamental fueron con la mano abajo, valiéndose de la nobleza y fijeza de su adversario, y sobre todo su clase al embestir.  Cuando la res inició el declive -incluso se desentendió al final, Castella fue a buscar la victoria entre los pitones, culminado la obra con manoletinas ajustadas. Dejó media estocada en el sitio, que fue suficiente para hacerlo doblar.  Se le otorgaron dos orejas y al toro se le dio la vuelta al ruedo.

Con el tercero de Núñez del Cuvillo, protestado de salida por chico, Alejandro Talavante logró acoplarse para ensamblar una faena de mérito, valiéndose de que el toro humillaba y tenía recorrido. Poco a poco le fue bajando la mano en las series de derechazos y preciosos naturales, pero sus buenas intenciones fueron apagándose con el toro, muy justo de raza y motor.  Mató de un pinchazo y una estocada. Pitos al toro y silencio.

El quinto de Domingo Hernández, incierto y peligroso, fue muy protestado durante la lidia, por lo que Talavante optó por no verlo y abreviar.

David de Miranda tuvo un auspicioso debut en Acho, pero la espada tiró por la borda las posibilidades de triunfo. El de confirmación de alternativa de Núñez del Cuvillo, que de salida fue incierto y reservón, despertó con las banderillas, incluso cogiendo sin consecuencias a un subalterno. En la muleta el animal permitió el toreo fundamental acudiendo con nobleza por el derecho y el izquierdo, facilitando el buen toreo del español que lo supo aprovechar con muletazos sentidos. Estuvo por encima de su adversario hasta en las ceñidas manoletinas finales. Dos pinchazos, media estocada y un golpe descabello dejaron todo en silencio.

El que cerró plaza de Domingo Hernández, fue un manso justo de fuerzas, que tendía a pararse en mitad de las suertes. Con valor, el onubense aguantó varias veces al animal, que se quedaba parado dudando entre terminar de embestir o echar el derrote. Logró algunas series para terminar con un arrimón de los suyos. Nuevamente falló con la espada.  Silencio.

 

Lima: Lleno de no hay billetes. Se lidiaron 3 toros de Núñez del Cuvillo (1°, 2° y 3°), 3 de Domingo Hernández (4° 5° y 6°) y (4° bis) de Paiján. Desiguales de presentación y mal presentados (3°, 4° y 5°), destacó por su bravura el sobrero de Paiján al que se le dio una vuelta al ruedo. Sebastián Castellá (silencio y dos orejas), Alejandro Talavante (silencio y sliencio) y David de Miranda (silencio y silecio)

 

sábado, 1 de noviembre de 2025

CARETAS :!DANDO BATALLA! Galdos y Adrian a hombros. Crónica 2° Corrida Escribe JAIME DE RIVERO

 

Joaquín Galdos

!DANDO BATALLA!  

Joaquín Galdós y Fernando Adrián salieron a hombros de Acho, firmando faenas importantes para ganar el Escapulario de Oro.

Escribe  JAIME DE RIVERO

 

El último domingo todos salimos contentos de Acho. Tarde triunfal, con los tendidos casi llenos y los diestros entregados, dentro de las posibilidades que les dieron los toros españoles de Montalvo, que no fueron sencillos de lidiar.  Se corrieron seis astados de Montalvo, con edad y kilos, pero desiguales en juego, destacando los corridos en 1°, 3° y 5° lugar.

Las faenas de Galdós fueron de importancia y revelaron dos caras de un mismo torero, el bueno. La de artista y la de lidiador. Cualidades que deben conjugarse para poder soportar la presión y ascender a lo más alto. Esa es la ruta en la que se le quiere ver, sobrado de actitud, inteligencia y valor.

Con el tercero, que humillaba con clase y codicia, tuvo un gran inicio de faena, por abajo con doblones y otros con la rodilla en tierra, enseñándole a embestir de largo. Supo rápidamente que le podía a ese toro, por lo que las series siguientes fueron muy buenas, sentidas, por abajo por ambos pitones, llevándolo a milímetros de la muleta.  Dejó el estoque envasado, algo caído. Faena de dos orejas que sólo se premió con una.

El sexto, feo de tipo, incierto, mirón y reservón, ganó movilidad con la pica, pero mantuvo varias dificultades: acudía descoordinado y remataba por alto. Galdós lo lidió con acierto, cruzándose y con toques para dar pases de uno en uno hasta hacerlo repetir. Corrigió varios defectos, aguantando el peligro. Con inteligencia, técnica y valor se impuso a su adversario.  Concluyó con una estocada caída y recibió una oreja.

Fernando Adrián cayó con pie derecho en Lima, mostró que es un torero de buen gusto, técnico y valiente. No deja nada a la suerte, la desafía y se arrima.  Cortó una oreja al primero -con el que confirmó alternativa-, un toro-toro abanto y suelto, que embistió con nobleza y calidad hasta su muerte. Con la muleta, el madrileño lo toreó atornillado a la arena, tanto en los pases de recibo como en el toreo fundamental. Trasteo inteligente, sin enganchones, que tuvo la virtud del temple. Una estocada trasera fue suficiente para cortar la primera oreja de la tarde.

Al quinto, que era remiso al toreo fundamental, lo lidió con la muleta en la cara, tiró de él hasta armar series de derechazos ligados por abajo. Hizo lo propio por naturales para luego terminar entre los pitones, engarzando muletazos por cada lado. Faena de valor y exposición que gustó a los aficionados. Mató de una estocada baja, pero aun así se le otorgó dos orejas. Algo injusto porque  a Galdós se le negó la segunda por una faena similar en contundencia con la espada en mejor ubicación. Hay que unificar los criterios.

David Galván pechó con el peor lote. El segundo hizo cosas de manso y cosas de bravo. Abanto de salida, tardó en fijarse y se escupió tres veces en el caballo. En el segundo terció salió suelto, tendiendo hacia la querencia de la puerta de toriles. Con la muleta, Galván ensambló algunas series, pero dejó que el toro lo lleve s su querencia, en donde ya no fue posible hacer más.  Lo despachó con una estocada caída del lado contrario.

No hubo nada con el cuarto, un astado feo de tipo, con la edad pero con signos de haber sido remarcado; no tuvo recorrido, clase ni fondo alguno, resultando cogido al entrar a matar.

lunes, 27 de octubre de 2025

Revista APLAUSOS: "JOAQUIN GALDOS Y FERNANDO ADRIAN A HOMBROS EN ACHO" Escribe JAIME DE RIVERO

 


JOAQUIN GALDOS Y FERNANDO ADRIAN A HOMBROS EN ACHO

David Galván, que completaba la terna, resultó herido; con los tendidos casi llenos.

Corresponsal JAIME DE RIVERO

Los triunfadores de la segunda corrida han sido Fernando Adrían y Joaquín Galdós, quienes salieron a hombros de Acho, tras cortar tres y dos orejas, respectivamente, al exigente encierro de Montalvo, desiguales en presentación y juego, destacando los corridos en 1°, 3° y 5° lugar. 

Fernando Adrían tuvo el mejor lote, cortó una oreja al primero de la tarde -con el que confirmó alternativa-, un toro-toro abanto y suelto, que embestía con nobleza y calidad desde los primeros capotazos, virtud que mantuvo hasta su muerte. Cumplió en varas y con las banderillas.

Adrián inició con pases por alto y cambiados atornillado en la arena, para continuar con las tandas de derechazos rematados con el de pecho. Lo mismo hizo por naturales, aprovechando la nobleza del toro. Trasteo limpio, sin enganchones, que tuvo la virtud del temple. El español culminó con un arrimón, extrayéndole derechazos, cambiados y bernardinas entre los pitones. Una estocada trasera de rápido efecto, fue suficiente para cortar la primera oreja de la tarde.

El quinto se fijó pronto en el capote de Adrián, humillando por ambos pitones. Empujó al caballo en una buena vara, cogiendo de mala manera a un subalterno que fue retirado a la enfermería.  

Inició la faena con cambiados por la espalda citando en los medios. En animal era remiso al toreo fundamental en las primeras tandas, pero el español con la muleta en la cara, tiró de él hasta armar series de derechazos ligados por abajo. Hizo lo propio por naturales para luego acortar los terrenos. Terminó entre los pitones, engarzando muletazos por cada lado. Los adornos finales fueron unas manoletinas muy ceñidas. Faena de valor y exposición que gustó a los tendidos. Mató de una estocada baja, pero aún así se le otorgó dos orejas.

David Galván enfrentó al peor lote. El segundo fue un manso encastado, con cuajo y clase, que hizo cosas de manso y cosas de bravo. Abanto de salida, tardó en fijarse y se escupió tres veces en el caballo, antes de poder ser picado. En el segundo terció salió suelto, tendiendo hacia la querencia de la puerta de toriles. Con la muleta, Galván intentó por abajo para retenerlo, aprovechando que el animal humillaba, pero sin hacerlo romper. No le cambió de terrenos dejando que el toro lo lleve hasta su querencia, en donde ya no fue posible hacer más.  Lo despachó con una estocada caída del lado contrario.

No hubo nada con el cuarto, un astado feo de tipo que salió enterándose, sin recorrido, clase ni fondo alguno. En un descuido lo coge y revuelca por varios metros, llevándose una cornada en el tobillo. Visiblemente adolorido, Galván ejecutó la suerte de matar que completó con un golpe de descabello, para luego pasar a la enfermería de donde no regresó.

Joaquín Galdós tuvo una tarde redonda en Acho, con un lote difícil al que supo imponerse con actitud, inteligencia y valor.  El tercero se fijo pronto en el capote de Galdós, repitiendo y humillando con clase y codicia, luciendo su buen toreo de capote. Cumplió en varas y con los palos.

El inició de faena fue colosal, por abajo con doblones y otros con la rodilla en tierra, enseñándole a embestir largo y por abajo. Las siguientes tandas de derechazos terminaron de encender los tendidos, aprovechando el poder y la trasmisión del toro que también mostraba calidad y clase extraordinarias. Por naturales no se entregó tanto como por derechazos. Dejó el estoque envasado. Faena de dos orejas que sólo se premió con una.

El último de la jornada, feo de tipo, incierto, mirón y reservón, fue bien picado y castigado como requería, a pesar de las protestas absurdas de un sector de indocumentados.  Con la pica el toro cambió, ganó movilidad permitiendo el tercio de banderillas.  En la muleta presentó varias dificultades, acudía descoordinado, topando y rematando por alto. El limeño lo lidió con acierto, cruzándose con toques fuertes para extraer pases de uno en uno hasta hacerlo repetir.  Corrigió varios defectos del toro, aguantando el peligro incluso cuando lo intentó por el pitón izquierdo. Con inteligencia, técnica y valor, dominó y superó a su adversario.  Mató de una estocada arriba pero caída, y recibió una oreja otorgada con el consenso de la plaza.

 

Plaza de Acho:  Plaza casi llena. Se lidiaron 6 toros de Montalvo, desiguales en presentación y juego, pobres cabeza. Confirmó alternativa Fernando Adrían. David Galván (silencio y silencio), Fernando Adrían (una oreja y dos orejas) y Joaquín Galdós (una oreja y una oreja).

domingo, 26 de octubre de 2025

Revista APLAUSOS: "BUENA IMAGEN DE PEDRO LUIS EN LIMA" Escribe JAIME DE RIVERO

Pedro Luis con el 5° que más humilló y repitió por abajo del encierro.

 Mucha atitiud de Tomás Bastos ante la novillada de Camponuevo.

Corresponsal Jaime de Rivero.

La terna se fue de vacío en la segunda novillada de la Feria del Señor de los Milagros. Rafael Puga Castro envió un encierro de Camponuevo bien presentado, que tuvo fuerza, nobleza y un punto de picante que le dan personalidad a esta ganadería, reses a las que hay lidiar y hacerles las cosas con acierto, porque de lo contrario tienden a complicarse o apagarse.  Novillada interesante para los buenos aficionados que evalúan a los toreros y su capacidad de resolver los problemas que presentan sus adversarios.

El que abrió plaza se inutilizó durante la lidia y fue despachado por José Antonio Guerra. El segundo de su lote, era un novillo probón y mirón con mucho que torear, pero con la virtud de que humillaba en la brega, incluso en el inicio de faena.  En la muleta, el novillo se fue aplomando de a pocos, embistiendo de uno en uno, a Guerra le faltó atacarlo para provocar la acometida y poder ligar los pases. Si el toro no acude, el novillero con hambre debe ir a buscarlo. Dos pinchazos y estocada baja. Silencio.

Pedro Luis estuvo solvente y valiente con el segundo de la tarde, un novillo que repetía con codicia y peligro, ciñéndose y tirando un gañafón al final de las suertes. Con la muleta, el peruano aguantó las embestidas del animal que era mirón y tendía a quedarse corto.  Lo toreó por el pitón izquierdo porque por el derecho se vencía, poniendo la cuota de valor y entrega necesaria para sacarle todo lo que había y que debe tener un novillero que aspira a más. Tras la estocada algo trasera, salió a saludar al tercio.

Pudo cortarle una oreja al quinto, que exhibió nobleza y entrega mientras duró. Inició la faena de rodillas toreando por abajo, aprovechando que el animal acudía con trasmisión y recorrido. Las primeras tandas por el derecho fueron las más ligadas, siempre llevando al novillo embebido en la pañosa. Cuando cambió de mano el astado no respondió de la misma manera e inició su declive hasta aplomarse. Entró con convicción a matar, dejando una estocada perpendicular que completó con varios descabellos. Palmas.

Tomas Bastos resolvió la papeleta que le planteó el burraco que saltó en tercer lugar, y que llegó incierto a la muleta. En las series iniciales el novillo medía y no quería repetir, por lo que Bastos pasó a la ofensiva atacándolo, yendo hacia él para provocarle y así, invadiendo sus terrenos y cruzándose, logró ligar los muletazos y hacer sonar la música. Las series por derecha fueron en cercanías, tocándolo fuerte para retenerlo y ligar en redondo. Buena lidia de un novillero que resuelve. Los adornos finales fueron por bernardinas, muy ajustadas. Lo despachó de un pinchazo y estocada.

Al portugués le costó fijar al que cerró plaza, un novillo negro que llegó aplomado al tercio final, en donde no dio facilidades, se defendió descolgando la cabeza y queriéndose sacar la muleta. Dejó una estocada trasera que complementó con dos descabellos.

 

Plaza de Acho.  Media entrada. Segunda novillada, tercer festejo de abono. Se lidiaron 6 novillos de Camponuevo, bien presentados de distinto juego y pelaje, para José Antonio Guerra ( silencio y silencio) Pedro Luis (saludo desde el tercio y aplausos) y Tomas Bastos (saludos desde el tercio y silencio).

 

sábado, 25 de octubre de 2025

Revista CARETAS: "LIDIA, PODER Y ALEGRIA" Crónica 1° Corrida ACHO 2025

 

Escribe JAIME DE RIVERO

La lidia es el alma recia y fértil del toreo. Dominar al toro es y debe ser la misión trascendental de un torero en la plaza. Para lograrlo, el requisito sine quanon es entender al adversario, identificar sus defectos y virtudes, para proponer los recursos para doblegarlo y someterlo. La estética, como el triunfo, llegan por añadidura, pues sin esa esencia de dominio sobre el animal el resto es mera apariencia, forma sin contenido, de menor mérito y estimación.

Jesús Enrique Colombo tuvo claridad para entender y lidiar al ganado del domingo, de los hierros de San Pedro y Salamanca, que tuvo edad, peso y trapío, que embistió y repitió con nobleza, aunque primaron los abantos, sueltos y sin clase. Ese punto de mansedumbre debe corregirse, dentro de una evolución positiva de muchos años que muestra la ganadería.

Desde el inicio, el venezolano comprendió las dificultades del encierro, toros a los que había que fijar rápidamente y llevarlos embebidos en los trastos para convencerlos de embestir.  Recibió con valor y firmeza las embestidas del primero de San Pedro -tercero de lidia-, llevándolo con verónicas hasta los medios. Luego de un picotazo, ofreció un gran tercio de banderillas con dos pares citando a los medios con el toro galopando por 20 metros y el último al violín, todo entre ovaciones, ratificando que es un torero bullidor y alegre que conecta fácil con los tendidos.

Inició la faena por abajo, con doblones y macheteos para ahormar al toro y someterlo. Esa fue la clave de la lidia -y de la corrida-, llevarlo por abajo, dejándole la muleta en la cara para hacerlo repetir y evitar que se vaya. Así, concluyó tandas por derecho e izquierdo, logrando que el astado rompa a embestir. Con una buena estocada recibió una justa y merecida oreja.

El que cerró plaza, de similar juego, tuvo mayor movilidad, pero menos clase. Tras la vara y el castigo medido, brindó otro gran tercio de banderillas entre fuertes ovaciones, destacando en el par al violín.

Planteó la faena de la misma manera que al primero, iniciando y rematando las series por abajo, pero con la diferencia de que este San Pedro protestaba y calmocheaba, lo que derivó en enganchones que impidieron una faena sólida. La estocada fue soberbia, de efectos inmediatos en los medios, algo desprendida, por la que se le dio una oreja pedida por gran parte del público, pero sin hacer mayoría. Aquí el Juez falló.

Morenito de Aranda es un torero fino, de corte artista, de esos que tanto gustan en Acho. Es de los que necesita al toro propicio para su obra, como el que abrió plaza de San Pedro, que de salida repitió con poder y codicia, y al que recibió con firmeza por verónicas y delantales de mucho gusto.

Tras un puyazo y las banderillas de rigor, inició la faena con suavidad, sin forzar al toro, llevándolo a media altura por pitón derecho para luego exigirle por abajo. A partir de la tercera tanda, le bajó la mano y el animal colaboró, repitiendo cada vez más. Las siguientes series fueron más logradas, tanto por derechazos como por naturales, algunos citando con la muleta rendida en la arena y corriendo la mano por abajo. Fueron lo más fino de la tarde, con pases sobrados en profundidad, gracia y torería.

Cuando el toro comenzaba a declinar, tomó el acero para los adornos finales que fueron por alto.  No tocó pelo por fallar con el estoque, recibiendo una ovación desde el tercio.

El de Aranda no entendió a cabalidad al cuarto de la tarde, un jabonero con más raza y clase, pero que no daba tantas facilidades. El toro avisaba de su buena condición cada vez que era bregado por abajo, humillando y girando la testuz para colocar el pitón por delante. La res exigía ese toreo por abajo. Morenito hizo lo contrario, llevándolo a media altura con la pañosa. Y no logró que el animal ni la faena rompieran de verdad. Pinchó varias veces y escuchó un aviso.     

Alfonso de Lima no tuvo una tarde afortunada con los Salamanca. El primero -segundo de lidia- fue el peor de la tarde; soso, sin codicia ni trasmisión. Solo pudo arrancarle una serie ligada por abajo con la muleta puesta en la cara. No comprendió al quinto, de similar condición a los corridos en tercer y cuarto lugar, y al que también había que someterlo por abajo para convencerlo de embestir y meterlo en muleta. Lo intentó a media altura, dudando, con remates por alto que, con los enganchones, fueron echando a perder al toro y complicando más su lidia. Se eternizó con la espada, ante las protestas del público.

domingo, 19 de octubre de 2025

APLAUSOS: "COLOMBO PRIMERA PUERTA GRANDE ACHO 2025" Escribe JAIME DE RIVERO

 


COLOMBO PRIMERA PUERTA GRANDE DE ACHO

El diestro venezolano cortó una oreja a cada uno de su lote. Morenito de Aranda brilló con el primero de la tarde.

Corresponsal Jaime de Rivero

El triunfador de la primera corrida de toros de la septuagésima octava edición de la Feria del Señor de los Milagros ha sido Jesús Enrique Colombo, que tuvo claridad para entender al ganado y darle la lidia adecuada para poder extraer el fondo de bravura que tenían los de San Pedro y Salamanca. Ambas han mostrado una evolución positiva en los últimos años, que hoy refrendaron con una corrida con edad, peso y trapío, que embistió con nobleza, aunque con un punto de mansedumbre que se debe corregir.

Desde el inicio, Colombo comprendió las dificultades de este encierro, en que predominaban los abantos, sueltos y sin clase, a los que había que fijar rápidamente para convencerlos de embestir.  Recibió con valor y firmeza las inciertas embestidas del primero de San Pedro -tercero de lidia-, llevándolo con verónicas hasta los medios. Tras un picotazo, ofreció un gran tercio de banderillas con dos pares citando a los medios y el último al violín, entre ovaciones del público.

Inició la faena de muleta por abajo, con doblones y macheteos para ahormar al toro y someterlo. Esa fue la clave de la lidia, llevarlo por abajo, dejándole la muleta puesta en la cara para hacerlo repetir y evitar que se vaya. Así, logró concluir tandas por derecho e izquierdo, logrando que el astado rompa a embestir hasta que terminó rajándose.  Con una buena estocada recibió una justa y merecida oreja.

El que cerró plaza, de similar juego, tuvo mayor movilidad, pero menos clase. Tras la vara y el castigo medido, brindó otro gran tercio de banderillas entre fuertes ovaciones, destacando en el par al violín.

Planteó la faena de la misma manera que con el primero, iniciando y rematando las series por abajo, pero con la diferencia de que el Salamanca protestaba y calmocheaba, lo que derivó en enganchones que no dieron fluidez a su labor, impidiendo que la faena alcance una estructura sólida. La estocada fue soberbia en los medios, de efectos inmediatos, por el que se le concedió una oreja que fue pedida por gran parte del público, pero sin lograr mayoría.

Morenito de Aranda tuvo los momentos más sublimes de la tarde con el primero de San Pedro, con el que confirmó alternativa.  Un colorado que de salida, repetía con codicia al capote del español, que lo recibió por delantales y verónicas instrumentados con gusto y categoría.

Inició la faena sin forzar al toro, llevándolo a su aire, a media altura en las primeras tandas por pitón derecho para luego exigirle por abajo.  Dejándole la muleta en la cara al final del muletazo, el animal cedió al juego, repitiendo cada vez más.  Las series ligadas citando con la muleta rendida en la arena y corriendo la mano por abajo, fueron lo más fino de la tarde, con pases sobrados en profundidad, gracia y torería.

Tomó el acero en el momento preciso, cuando el toro comenzaba a declinar, para los adornos por alto.  No tocó pelo por fallar con el estoque, reduciendo el premio a una ovación desde el tercio.

El de Aranda no entendió al cuarto de la tarde que se fue inédito. Un toro con más raza y clase al que había que torearlo por abajo para hacerlo romper. El español lo lidió siempre a media altura, cuando el animal no quería ese planteamiento, tampoco al intentarlo en cercanías; pero cuando era bregado por abajo, si humillaba siguiendo con mayor celo el capote, lo que no hacía con la muleta a media altura. Pinchó varias veces y escuchó un aviso.     

El primero -segundo de lidia- del Alfonso de Lima, con el hierro de Salamanca, fue el peor de la tarde, soso, sin clase, codicia, ni trasmisión. El peruano lo intentó, pero había poca tela para cortar, logrando ligar una serie con la muleta puesta en la cara. Al quinto de Salamanca, había que convencerle de embestir, someterle por abajo para desengañarlo y poder correrle la mano. No fue por esa vía y entre dudas, remates por alto y enganchones, se embarulló, haciendo más complicado el resto de la lidia. Mató de varios intentos.

Plaza de Acho. Con tres cuartos de entrada se lidiaron seis toros de San Pedro (1°, 3° y 6°) y Salamanca (2°, 4° y 5°), bien presentados, nobles, de juego variado destacando el 1°,3°, 4° y 5°. Confirmó alternativa Morenito de Aranda (saludos desde el tercio y silencio), Alfonso de Lima (silencio y silencio) y Jesús Enrique Colombo (oreja y oreja)