Escribano, Ureña y Garrido se fueron de vacio en Acho
Agencia EFE
Corresponsal Jaime de Rivero
La
tercera corrida de la Feria del Señor de los Milagros ha estado marcada por la
mala condición de los toros de Santa Rosa de Lima, que cumplieron en presentación pero no en juego salvo el cuarto y el sexto, y el primero que algo se dejó. El resto fueron sosos, complicados y con peligro.
Lo
más meritorio de la actuación de Manuel Escribano fueron las banderillas, en
las que hubo variedad y entrega, brillando con el par al quiebro a una mano que
colocó en todo lo alto al primero de su lote. Inició de muleta
con cambiados por la espalda para luego torearlo por el pitón derecho sin mayor
lucimiento por las condiciones del animal que era soso y reservòn. Al toro le falto
fondo de bravura y se apagó pronto Mató de una estocada tendida.
Al
cuarto, que humillaba con recorrido, lo recibió a porta gayola y quitó por
caleserinas. Inició con pases por alto de rodillas para luego torear por el
pitòn derecho que era el mejor. Por el izquierdo no tuvo la misma
intensidad. Desaprovechó a un buen toro al excederse en adornos y remates, sin primero haber consolidado el toreo
fundamental que no es otro que el toreo ligado en redondo, por derechazos y naturales, con el que se les puede y se somete a los toros. Culminó su labor de un
pinchazo y una estocada trasera, recibiendo una ovación desde el tercio.
Paco
Ureña no tuvo suerte con su lote, pero estuvo entregado y dispuesto toda la
tarde. Lo mejor fue el toreo a la verónica
a sus dos toros, siempre con la pata pa lante y llevándolo hacia
los medios. El tercero avisó que se ceñía
por el pitón derecho desde los primeros lances como en el quite por gaoneras. Lo repitió en la muleta por lo que Ureña se
avocó al pitón izquierdo pero sin mayor
éxito. El toro se paró y los muletazos
fueron de uno en uno. Mató de una
estocada baja. Ureña intentó de todo con el quinto, un toro soso y descastado
que no sirvió para nada . Lo despachó de un pinchazo y estocada.
José
Garrido recibió a porta gayola al toro de su confirmación de alternativa, para
luego llevarlo a la verónica rematando con una media con la rodilla en
tierra. El toro se partió un pitón afectando su comportamiento. Con
la muleta logró muletazos de buena factura por el derecho, por el que repetía pero
sin transmisión. Por el izquierdo se quedaba cortò con menos recorrido. La faena se diluyó por la poca transmisión.
Matò de una estocada arriba.
Al sexto, el mejor del encierro, lo toreó con
delantales a pies juntos que fueron ovacionados por la lentitud y empaque. El
toro sirvió por noble y repetidor pero sin mayor clase en la embestida. Las
series por el derecho fueron las más destacadas, mientras que por el izquierdo no había
emoción. También tiró del toro haciéndolo embestir cuando se quedaba parado. Se
equivocó al llevarlo a los medios para la suerte suprema haciendo caso a lo que dicen unos indocumentados de sol. Falló en dos
intentos recibiendo -el toro justo de raza no era para esa suerte, menos en los medios- y dejó una estocada baja, perdiendo una oreja.
Plaza de Acho. Con media entrada, se lidiaron 6 toros de
Santa Rosa de Lima, correctos presentación, descastados y flojos en términos generales. Manuel Escribano (silencio y
ovación desde el tercio), Paco Ureña (silencio y silencio) y José Garrido
(aplausos y ovación). Garrido confirmó la alternativa.
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