JOAQUIN GALDOS Y FERNANDO ADRIAN A HOMBROS EN ACHO
David Galván, que completaba la terna, resultó herido; con los tendidos casi llenos.
Corresponsal JAIME DE RIVERO
Los triunfadores de la segunda
corrida han sido Fernando Adrían y Joaquín Galdós, quienes salieron a hombros
de Acho, tras cortar tres y dos orejas, respectivamente, al exigente encierro de
Montalvo, desiguales en presentación y juego, destacando los corridos en 1°, 3°
y 5° lugar.
Fernando Adrían tuvo el mejor
lote, cortó una oreja al primero de la tarde -con el que confirmó alternativa-,
un toro-toro abanto y suelto, que embestía con nobleza y calidad desde los
primeros capotazos, virtud que mantuvo hasta su muerte. Cumplió en varas y con
las banderillas.
Adrián inició con pases por alto
y cambiados atornillado en la arena, para continuar con las tandas de
derechazos rematados con el de pecho. Lo mismo hizo por naturales, aprovechando
la nobleza del toro. Trasteo limpio, sin enganchones, que tuvo la virtud del
temple. El español culminó con un arrimón, extrayéndole derechazos, cambiados y
bernardinas entre los pitones. Una estocada trasera de rápido efecto, fue
suficiente para cortar la primera oreja de la tarde.
El quinto se fijó pronto en el
capote de Adrián, humillando por ambos pitones. Empujó al caballo en una buena
vara, cogiendo de mala manera a un subalterno que fue retirado a la enfermería.
Inició la faena con cambiados por
la espalda citando en los medios. En animal era remiso al toreo fundamental en
las primeras tandas, pero el español con la muleta en la cara, tiró de él hasta
armar series de derechazos ligados por abajo. Hizo lo propio por naturales para
luego acortar los terrenos. Terminó entre los pitones, engarzando muletazos por
cada lado. Los adornos finales fueron unas manoletinas muy ceñidas. Faena de
valor y exposición que gustó a los tendidos. Mató de una estocada baja, pero
aún así se le otorgó dos orejas.
David Galván enfrentó al peor
lote. El segundo fue un manso encastado, con cuajo y clase, que hizo cosas de
manso y cosas de bravo. Abanto de salida, tardó en fijarse y se escupió tres
veces en el caballo, antes de poder ser picado. En el segundo terció salió
suelto, tendiendo hacia la querencia de la puerta de toriles. Con la muleta, Galván
intentó por abajo para retenerlo, aprovechando que el animal humillaba, pero
sin hacerlo romper. No le cambió de terrenos dejando que el toro lo lleve hasta
su querencia, en donde ya no fue posible hacer más. Lo despachó con una estocada caída del lado
contrario.
No hubo nada con el cuarto, un
astado feo de tipo que salió enterándose, sin recorrido, clase ni fondo alguno.
En un descuido lo coge y revuelca por varios metros, llevándose una cornada en
el tobillo. Visiblemente adolorido, Galván ejecutó la suerte de matar que
completó con un golpe de descabello, para luego pasar a la enfermería de donde
no regresó.
Joaquín Galdós tuvo una tarde
redonda en Acho, con un lote difícil al que supo imponerse con actitud,
inteligencia y valor. El tercero se fijo
pronto en el capote de Galdós, repitiendo y humillando con clase y codicia, luciendo
su buen toreo de capote. Cumplió en varas y con los palos.
El inició de faena fue colosal,
por abajo con doblones y otros con la rodilla en tierra, enseñándole a embestir
largo y por abajo. Las siguientes tandas de derechazos terminaron de encender
los tendidos, aprovechando el poder y la trasmisión del toro que también
mostraba calidad y clase extraordinarias. Por naturales no se entregó tanto
como por derechazos. Dejó el estoque envasado. Faena de dos orejas que sólo se
premió con una.
El último de la jornada, feo de
tipo, incierto, mirón y reservón, fue bien picado y castigado como requería, a
pesar de las protestas absurdas de un sector de indocumentados. Con la pica el toro cambió, ganó movilidad permitiendo
el tercio de banderillas. En la muleta
presentó varias dificultades, acudía descoordinado, topando y rematando por
alto. El limeño lo lidió con acierto, cruzándose con toques fuertes para
extraer pases de uno en uno hasta hacerlo repetir. Corrigió varios defectos del toro, aguantando
el peligro incluso cuando lo intentó por el pitón izquierdo. Con inteligencia,
técnica y valor, dominó y superó a su adversario. Mató de una estocada arriba pero caída, y
recibió una oreja otorgada con el consenso de la plaza.
Plaza de Acho: Plaza casi llena. Se lidiaron 6 toros de Montalvo, desiguales en presentación y juego,
pobres cabeza. Confirmó alternativa Fernando Adrían. David Galván (silencio y
silencio), Fernando Adrían (una oreja y
dos orejas) y Joaquín Galdós (una oreja y una oreja).

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