TOREROS EN SU PLAZA
Publicado 25/10/2023
Este domingo mano a mano la primera figura
mundial Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, en el inicio de la Feria del Señor de los Milagros. Les comentamos los carteles y
entretelones previos al ciclo.
Escribe Jaime de Rivero
Nuevamente a los toros, a la
feria más importante de América y la única que se mantiene en una capital de
este continente. Tres corridas que prometen, dos con Roca Rey que busca conquistar
su quinto Escapulario de Oro, con el que igualaría al maestro Enrique Ponce. A
10 años de su partida, en el recuerdo el querido Marqués Valero de Palma, cronista
de esta página que recibí tras su fallecimiento, tribuna que perdura desde la
fundación de Caretas en 1950 y que junto con la del decano, son las más
antiguas de estas latitudes.
La novedad en Acho es que hay
nueva empresa, se trata del Consorcio América Taurina (“CAT”) formado por el
colombiano Felipe Negret y otros empresarios que han liderado las plazas de
Bogotá, Cali y Manizales, Valladolid, Burgos y otras de España, en sociedad con
Juan Antonio Roca Rey Allison. Es un grupo fuerte y serio que gestionará el
coso rimense hasta el 2027, tras llevarse la licitación realizada por la
Beneficencia de Lima, que tuvo el acierto de priorizar la calidad del
espectáculo por encima de lo económico, como siempre se reclamó desde aquí. No
obstante, se mantuvo un arrendamiento mínimo muy elevado que incluso ahuyentó a
varios interesados. Y es que arrebatar 35% de los ingresos por el piso, es casi
un asalto, insoportable para cualquier negocio en el rubro que sea.
El concurso estuvo plagado de
contratiempos y traspiés de toda índole, la mayoría en perjuicio de CAT, llegando
al escándalo cuando se hizo pública su oferta económica para luego retroceder el
proceso y permitir que un competidor presente sus condiciones. Contra viento y
marea, CAT ganó limpiamente con una propuesta artística más completa, como permitía
las bases, y sin necesidad de ofrecer el máximo de dinero que habría sido el
acabose de Acho. Si, la puntilla final, porque habría elevado más el ya
descomunal precio de las entradas, algo que algunos callaron deliberadamente.
Con muy poco tiempo, CAT ha
montado una feria atractiva. Serán tres corridas y una novillada, con carteles
que obedecen a la coyuntura taurina, que tiene dos condicionantes principales.
El primero es la novísima prohibición sanitaria para importar ganado español, como
los de Daniel Ruiz y Sancho Dávila que ya estaban apartados para Lima. Por
ello, solo se lidiarán toros nacionales, que deberán cumplir con la edad y el
trapío que corresponde a la primera feria de América. Serán de los hierros que
más funcionan a nivel local: Aníbal Vázquez con Paiján, Santa Rosa de Lima y
San Pedro.
El otro condicionante obedece a
lo que ocurre hoy en España, con Roca Rey situado como amo y señor de la
fiesta, sin que se avizore quién le pueda plantar, y sobre todo aguantar, la pelea
en el corto y mediano plazo.
Repasemos lo sucedido los últimos
años. Roca Rey es un torero de época que, desde que tomó la alternativa en 2015,
ha revolucionado el mundo del toro, por entonces estancado en la pasividad de
las figuras y empresarios que navegaba en aguas tranquilas bajo un pacto tácito
de no agresión. La irrupción peruana fue tan poderosa que no hubo como evitar
el conflicto, atrás quedaron los concilios, los G5 y otros arreglos en los
despachos. Hubo que plantarse frente al advenedizo que desafiaba y arrasaba en
todas las plazas.
La primera línea que debía defender
posiciones fue derribada en corto tiempo. Así, cayó una generación completa de
toreros, la de Manzanares, Talavante, Castella y Perera, que no pudo con el
nuevo rey, para lo que había que colocarse en el sitio donde cogen los toros y
triunfar todas las tardes; la real dureza de esta profesión. Igual ocurrió con
los toreros emergentes que un sector de la crítica española se apuraba en
encumbrar. Algunos emprendieron la retirada, esperando que pase el vendaval, y
otros tan solo desaparecieron.
Pero en el frente siempre
estuvieron los generales. La prodigiosa generación anterior, la de los 90, insólita
en la historia del toreo por haber permanecido en la cúspide por más de 25
años. Y fueron ellos, Enrique Ponce y, principalmente, El Juli, quienes asumieron
el peso y la responsabilidad del momento, mientras que el prodigio más refinado
de esa promoción, Morante de la Puebla, se refundaba hacia su mejor versión, la
de las últimas temporadas, aunque lo suyo no sean las batallas a campo abierto
precisamente.
Estos son los presupuestos para
el análisis objetivo de nuestra feria, cosa muy escasa en las redes, donde priman
las pasiones intransigentes, la candidez y el absurdo, cuando no el compadrazgo
y la zancadilla a la empresa que no gusta. Y en Lima, en esos menesteres, hay historia
de sobra.
Acho 2023 se cimienta en dos de
las tres figuras vigentes: Roca Rey y Castella. El francés, dos veces ganador
del escapulario de oro, ha logrado sobreponerse en esta temporada, erigiéndose como
máximo triunfador de San Isidro y San Miguel, abriendo la Puerta del Príncipe
de Sevilla. El tercer as, Morante, que no fue considerado por CAT, cortó la
temporada para rehabilitarse de una lesión. El Juli se retiró hace unas semanas
y Enrique Ponce no ha toreado este año, como tampoco José Tomas. No hay, pues, más
figuras a escoger, aclarando que Manzanares, Talavante y Perera no andan en
buen momento ni causan la expectativa de antes. Por ello, cuando algunos
reclaman que no vendrán las figuras, preguntémosle ¿cuáles?
Este domingo 29 es la primera de
abono con un mano a mano en corrida goyesca, entre Roca Rey y Joaquín Galdós,
que este año ha hecho campaña en el Perú. Los astados serán de Paiján, Santa
Rosa de Lima y San Pedro.
Ginés Marín es un diestro
importantísimo que actuará en la segunda corrida el 5 de noviembre. Torero con
raza, gusto y cabeza, que ha tardado algo más en decantar. Gines gustó en Acho
2017 a pesar del mal lote que le tocó, regresa más cuajado y merece verle de
nuevo. Lo acompañan Antonio Ferrera que triunfó en Acho 2022 y David Fandila “El
Fandi”, posicionado en el quinto lugar del escalafón español. Las reses son de Paiján
y San Pedro.
El cartel de toreros de la última
corrida es el máximo que hoy se pueda dar en Madrid, Bilbao y Sevilla. El domingo
12 de noviembre, Sebastián Castella, Emilio de Justo y Roca Rey, que además
ocupan los tres primeros puestos del escalafón, con toros de Paiján y San Pedro.
Un
día antes, el sábado 11, es la novillada de Apu Saywa para los debutantes Álvaro Seseña de España, Felipe Miguel
Negret de Colombia y el peruano Pedro Luis.
Cierto es que en la segunda
corrida se pudo incluir toreros en maduración como Fernando Adrián, Borja
Jiménez o Isaac Fonseca, pero no son conocidos aquí y llevarían poca gente a la
plaza. La empresa optó por el menor riesgo, o, quizá, reducir la pérdida. Y nuevamente
lo mismo, el piso de plaza es tan caro que quita margen de acción al empresario.
Si la Beneficencia no lo rebaja a niveles razonables, seguiremos mordiéndonos
la cola ad infinitum.
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