domingo, 2 de noviembre de 2025

Revista APLAUSOS: "CASTELLA ABRE LA PUERTA GRANDE EN LIMA" Escribe JAIME DE RIVERO

 

El francés desorejó a un bravo sobrero de Paiján, en tarde que David de Miranda confirmó alternativa perdiendo el triunfo con la espada.

CORRESPONSAL : JAIME DE RIVERO

 

La tercera corrida de abono de la Feria del Señor de los Milagros ha tenido como triunfador a Sebastián Castella, que cortó las dos orejas al cuarto (bis) de la tarde, un bravo albahío con el hierro de Paiján, que reemplazó a uno de Domingo Hernández de escasa presencia , y al que se le dio la vuelta al ruedo.

Castella estuvo firme y valiente con el complicado cuvillo que salió en segundo lugar, que a mitad de las suertes cambiaba el viaje para ceñirse y derrotar con la cabeza alta. Anotó algunas series de calidad por ambos pitones hasta que el animal se paró.  Pinchazo y estocada arriba. Silencio

El triunfo llegó con el sobrero de Paijan, que reemplazó al Domingo Hernández devuelto por su escasa presencia.  El bravo ejemplar mostró sus cualidades desde las primeras acometidas, acudiendo con bravura al capote del galo.  

Tras empujar en el caballo y cumplir con las banderillas, el francés inició clavado en los medios con pases por alto y cambiados por la espalda a un toro que galopaba y de desplazaba. Las series del toreo fundamental fueron con la mano abajo, valiéndose de la nobleza y fijeza de su adversario, y sobre todo su clase al embestir.  Cuando la res inició el declive -incluso se desentendió al final, Castella fue a buscar la victoria entre los pitones, culminado la obra con manoletinas ajustadas. Dejó media estocada en el sitio, que fue suficiente para hacerlo doblar.  Se le otorgaron dos orejas y al toro se le dio la vuelta al ruedo.

Con el tercero de Núñez del Cuvillo, protestado de salida por chico, Alejandro Talavante logró acoplarse para ensamblar una faena de mérito, valiéndose de que el toro humillaba y tenía recorrido. Poco a poco le fue bajando la mano en las series de derechazos y preciosos naturales, pero sus buenas intenciones fueron apagándose con el toro, muy justo de raza y motor.  Mató de un pinchazo y una estocada. Pitos al toro y silencio.

El quinto de Domingo Hernández, incierto y peligroso, fue muy protestado durante la lidia, por lo que Talavante optó por no verlo y abreviar.

David de Miranda tuvo un auspicioso debut en Acho, pero la espada tiró por la borda las posibilidades de triunfo. El de confirmación de alternativa de Núñez del Cuvillo, que de salida fue incierto y reservón, despertó con las banderillas, incluso cogiendo sin consecuencias a un subalterno. En la muleta el animal permitió el toreo fundamental acudiendo con nobleza por el derecho y el izquierdo, facilitando el buen toreo del español que lo supo aprovechar con muletazos sentidos. Estuvo por encima de su adversario hasta en las ceñidas manoletinas finales. Dos pinchazos, media estocada y un golpe descabello dejaron todo en silencio.

El que cerró plaza de Domingo Hernández, fue un manso justo de fuerzas, que tendía a pararse en mitad de las suertes. Con valor, el onubense aguantó varias veces al animal, que se quedaba parado dudando entre terminar de embestir o echar el derrote. Logró algunas series para terminar con un arrimón de los suyos. Nuevamente falló con la espada.  Silencio.

 

Lima: Lleno de no hay billetes. Se lidiaron 3 toros de Núñez del Cuvillo (1°, 2° y 3°), 3 de Domingo Hernández (4° 5° y 6°) y (4° bis) de Paiján. Desiguales de presentación y mal presentados (3°, 4° y 5°), destacó por su bravura el sobrero de Paiján al que se le dio una vuelta al ruedo. Sebastián Castellá (silencio y dos orejas), Alejandro Talavante (silencio y sliencio) y David de Miranda (silencio y silecio)

 

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